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Prueba Peugeot 408: El eslabón perdido entre berlina y SUV quiere conquistarte

Más amplio que un 308, más dinámico que un 3008 y acompañado de un diseño que coquetea con el crossover, con línea fastback y una atractiva estética felina. Lo nuevo de Peugeot busca hacer tick en todas las casillas para ser un producto rompedor y versátil que podría anticipar lo que vendrá después de la fiebre SUV. Vamos a probar si es así.

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    La fiebre de los SUV parece no tener fin. Todas las marcas tienen ya una gama en distintos segmentos con este tipo de silueta que ha conquistado al público y las ciudades y que ha supuesto todo un subidón de ventas para muchas de ellas mientras el compacto o berlina de toda la vida va perdiendo poco a poco protagonismo.

    Pero al igual que otras modas podría tener un final tarde o temprano, y del mismo modo que el vídeo mató a la estrella de la radio, también el SUV podría acabar tarde o temprano eclipsada por otro tipo de estilo de coche, especialmente ahora que lo que se busca es la máxima eficiencia, algo que en principio no parece casar muy bien con las robustas y voluminosas formas de un SUV. Pues bien, poco a poco, especialmente en los últimos tiempos hemos empezado a ver distintas propuestas que podrían adelantarnos cuál podría ser el sucesor y evolución del SUV de la berlina tradicional, aunando lo mejor de ambos mundos.

    Un término medio repleto de carácter

    Fue el pasado verano de 2022 cuando Peugeot nos sorprendió con un curioso concepto de vehículo, el Peugeot 408. Una especie de 308 agrandado y con una atractiva carrocería fastback con un extra de altura, lo suficiente como para no ser una berlina tradicional pero tampoco como para considerarse un SUV y casi tampoco un crossover, aunque sus generosos pasos de rueda, llantas y faldones en plástico negro puedan acercarlo a esa idea. Esa mezcla de conceptos sumado a una estética muy felina que toma buena parte de la receta aplicada en el 308, tanto en el exterior como en el interior, dan como resultado un coche capaz de hacer girar cabezas.

    Llama la atención su frontal, no solo por sus afilados faros LED Matriciales con unos colmillos que hacen de luces diurnas, un formato muy similar al del Peugeot 308 y otros modelos recientes de la casa, sino también por una parrilla mimetizada con el resto de la carrocería, con la rejilla en el mismo color de la pintura. Aunque la zona más llamativa es la zaga, con una caída tipo fastback que le da un estilo muy vanguardista al coche sin por ello perder espacio interior, protagonizada por un gran portón trasero con un spoiler en forma de dos orejas sobre la luneta y otro tipo cola de pato bajo ella, los habituales pilotos traseros horizontales con una firma con tres líneas en este caso diagonales y un voluminoso paragolpes inferior. Destaca notablemente también el diseño de las llantas, de 20 pulgadas con un curioso aspecto no radial que quizás no convenza a muchos aunque no se puede negar que es diferente y llama mucho la atención.

    Como resultado nos encontramos con un coche con un aspecto tan distintivo que lo convierte en un modelo que puede entrar dentro del concepto de coche aspiracional, que quiere morder a modelos de otras marcas premium y que aunque no lo parezca por dimensiones no se queda muy lejos de lo que es un Peugeot 508, con sus 4,69 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,48 metros de alto. De hecho, aunque en imágenes pueda parecer lo contrario, me sorprendió comprobar en el mismo parking donde todos los coches de prueba estaban dispuestos que este 408 no es mucho más alto que una berlina tradicional como un Mercedes Clase C.

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    Ya sentados en su habitáculo el 408 demuestra porqué es uno de los nuevos buques insignia de la casa francesa. El interior es básicamente el mismo que ya se pudo ver en el 308, con la última versión del i-Cockpit de Peugeot y unos ajustes y materiales que dejan una muy buena calidad percibida capaz de dar más de una lección a otras marcas premium, y un diseño muy futurista y diferente que si te entra por los ojos y encaja con tu altura te conquistará.

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    Tanto su pantalla central panorámica como su cuadro de mandos digital con efecto 3D lucen espectaculares con animaciones y gráficos muy elaborados -aunque las transiciones podrían ser algo más ágiles-, y lo que es aún mejor, permiten personalizar a nuestro gusto la información que nos ofrecen. Además, el display adicional bajo la pantalla central con los accesos directos es una muy buena idea a la hora de facilitar y agilizar el uso de ciertas funciones. No obstante esto sigue implicando que tenemos que manejar controles táctiles para la gran mayoría de dichas funciones, lo cual resta bastante a nivel de ergonomía.

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    Destaca también por una posición de conducción muy de berlina, y aunque requiere de tomarte tu tiempo para acomodarte con su pequeño volante de tipo casi rectangular y su elevado cuadro de mandos, una vez estás a tu gusto te sientes como si fueras en una nave espacial, bien acompañado además de unos buenos asientos AGR muy cómodos y con un buen agarre. Todo esto no cambia prácticamente respecto al 308 aunque lo que sí cambia y para peor es la visibilidad trasera, que con la nueva luneta deja una vista muy estrecha sobre todo en altura. Sin embargo lo que pierde en este punto lo gana en habitabilidad, especialmente cuando vamos a las plazas traseras, donde sí brilla especialmente este 408 frente al 308, ya que aquí encontramos un buen acceso y un extra de espacio en todas sus cotas, tanto como para alojar cómodamente a adultos, aunque la plaza central seguirá siendo bastante más incómoda y estrecha. Además contamos con un maletero también mucho más generoso, de 536 litros ampliables a 1.611 litros en la mecánica gasolina y 471 y 1.541 litros en la versión híbrida.

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    Ficha técnica del Peugeot 408 Plug-In Hybrid 225

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      Las unidades de esta presentación dinámica nacional del Peugeot 408 pertenecían todas a la versión Hybrid 225 con el acabado GT, el tope de gama. Esta mecánica se compone del conocido motor PureTech de tres cilindros y 1.2 litros, que ofrece 180 caballos de potencia y 250 Nm de par máximo, sumado a un motor eléctrico capaz de rendir 110 CV y 320 Nm, alimentado por una batería de iones de litio de 12,44 kWh y gestionado por un cambio automático e-EAT8 de 8 velocidades. Un conjunto híbrido enchufable que se mueve con mucha agilidad y refinamiento y que en el día a día te llevará de un punto a otro con absoluta suavidad y la respuesta que esperas. No obstante cuando buscas una conducción algo más exigente a pesar de llevar esos 225 CV, parte de ellos de un motor eléctrico con lo que ello conlleva, sí que se nota un empuje algo más perezoso y transiciones más evidentes, en cualquier caso nada que te deje vendido en incorporaciones, adelantamientos y otras maniobras donde cumple sin problemas.

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      En lo que respecta a su chasis destaca por un buen compromiso entre confort y aplomo que deja una notable calidad de rodadura en toda condición. En ciudad filtra de forma excelente las irregularidades y se traga sin contemplaciones cualquier badén sin que sufras durante el trayecto, mientras que en carreteras más reviradas mantiene lo suficiente los movimientos de la carrocería sin tampoco notarse un coche duro de suspensión. La dirección acompaña con una ágil respuesta y el pequeño tamaño del volante permite manejarla con soltura, aunque sea algo más lenta que la del 308, no obstante su tacto demasiado asistido hace que no siempre sea tan comunicativa como uno desearía especialmente en momentos de conducción exigente, y aunque el modo Sport ayuda a compensar un poco más con un extra de peso no termina de marcar una gran diferencia. En cuanto al tacto del pedal de freno, un problema habitual en híbridos como este, lo cierto es que si bien este 408 requiere también de cierto periodo de adaptación no tardas mucho en hacerte a él y desde luego resulta mucho más sencillo e intuitivo de gestionar que el de coches híbridos o eléctricos de otras compañías, así que en ese sentido sí ganas confianza en la parte de la frenada.

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      Valoraciones del Peugeot 408

      Con todas estas cualidades que lo hacen difícil de clasificar el nuevo Peugeot 408 llega este próximo mes al mercado español con una familia mecánica compuesta por una mecánica gasolina Puretech 130 de acceso y dos PHEV Hybrid 180 y 225 y una gama de acabados que arranca desde la versión Allure, a los que se suman los Allure Pack y GT. Una gama que arranca desde unos 34.850 euros para el modelo gasolina y desde unos 43.750 euros.

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      Con estos precios este 408 es un punto intermedio entre distintos modelos e ideas. Por posicionamiento se sitúa entre el 308 y el 3008 y por precio es ligeramente más barato también que un Peugeot 508 -que arranca en los 38.510 euros-. Sin embargo la combinación de factores que ofrece este modelo, como su llamativo diseño -tanto por el lenguaje de diseño de Peugeot como por su propio formato de carrocería “pseudocrossover” de corte fastback-, su moderno y bien acabado interior repleto de tecnología, su generoso espacio que supera notablemente al 308 y se pone a la altura de muchos SUV y berlinas, y su gama mecánica adaptada desde el principio a la realidad actual, incluyendo además de una mecánica gasolina dos híbridas PHEV, a las que se sumará muy pronto también una versión 100% eléctrica, sugieren que este 408 podría convertirse en todo un éxito dentro de Peugeot como ya lo han sido otras propuestas con un estilo similares, y en la demostración de que este eslabón perdido entre una berlina y un SUV también puede ser su evolución e incluso su depredador.

      A favor: Estética general, interior espacioso y muy bien acabado, calidad de rodadura, tecnología.

      En contra: Visibilidad trasera, ergonomía interior, tacto de la dirección.

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