- La Cayenne fue la primera SUV de altas prestaciones. Paradoja: la Turbo GT nació para enfrentar a quienes la copiaron y superaron.
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La Cayenne fue la primera SUV de altas prestaciones. Paradoja: la Turbo GT nació para enfrentar a quienes la copiaron y superaron.
Desde Santa Fe (México) – La historia ya es bien conocida por todos. La Cayenne fue la primera SUV de Porsche y se lanzó a la venta en 2002, con un objetivo urgente: salvar a la empresa de la bancarrota. La apuesta fue un éxito rotundo: la primera SUV de altas prestaciones de la historia se convirtió en el Porsche más vendido del planeta y pronto tuvo cría, con la Macan.
El suceso comercial fue tan notable que no sólo Porsche sacó partido de la idea. Todos sus rivales corrieron a copiar la estrategia. Así fue como nacieron las SUVs potentes, caras y exclusivas de BMW M, Mercedes-AMG y Audi RS, pero también de marcas que nunca antes se habían planteado la posibilidad de fabricar “una camioneta”: Lamborghini Urus, Bentley Bentayga, Aston Martin DBX y Ferrari Purosangue.
Fueron estos rivales los que encendieron las luces de alerta en Stuttgart: la Cayenne ya no era la SUV más potente, veloz y deportiva del mundo. Así nació la idea de la Turbo GT: la variante más extrema de la historia de este modelo, con 640 caballos de potencia y 850 Nm de torque.
La Cayenne Turbo GT se lanzó a la venta en la Argentina en julio de 2021 y tiene un precio de lista de 544 mil dólares. Como en nuestro país no hay “demos de prensa” para realizar pruebas de manejo, Porsche nos invitó a probarla durante tres días en México (ver primera nota). No es una crítica completa, pero la experiencia de ese contacto se reproduce a continuación.
Diseño
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La Cayenne Turbo GT se ofrece sólo con la carrocería llamada “Coupé”, que es una silueta tipo fastback, que Porsche ofrece también en versiones más accesibles en Argentina (desde 340 cv y 219 mil dólares). Sobre esa base nació la SUV más musculosa y deportiva de la marca alemana.
Es fácil distinguirla a lo lejos, porque tiene un diseño exclusivo: tomas de aire más grandes y un spoiler delantero más prominente. Además, viene de serie con techo en fibra de carbono, guardabarros ensanchados, un alerón específico sobre el techo y el spoiler retráctil sobre el portón trasero (Porsche asegura que así ganó 40 kilos extra de carga aerodinámica).
Todo eso se remata con unas espectaculares llantas de 22 pulgadas (con Michelin Pilot Sport 4S 285/35ZR22 adelante y 315/30ZR22 atrás) y con con un brutal escape doble en titanio (ver galería de fotos abajo).
Lo peor: A esta tercera generación de la Cayenne -incluso en esta musculosa versión Turbo GT- ya se le nota el paso de los años, sobre todo frente a la nueva competencia mencionada más arriba.
Interior
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Este es uno de los puntos donde ya se le notan los años y la dura competencia que enfrenta la Cayenne de tercera generación. Es la SUV más amplia y confortable de Porsche, pero esta versión Turbo GT se mide contra rivales que ofrecen soluciones más lujosas, amplias y confortables.
La Turbo GT se ofrece con una configuración de cuatro plazas. Esto significa que atrás sólo pueden viajar dos personas, con un generoso apoyabrazos central y dos espectaculares pantallas multimedia (ver galería de fotos abajo).
La calidad de terminación es soberbia, con cuero, Alcántara, aluminio y plásticos de excelente calidad. La posición de manejo es excelente y tiene múltiples ajustes. El tablero es completísimo y la pantalla multimedia es muy fácil de operar. Lo mejor es que los seteos de manejo son fáciles de modificar (y sin quitar la vista del camino).
Lo mejor: Es una SUV de lujo, pero la posición de manejo es bien deportiva y te hace olvidar de que estás en un aparato de cinco metros de largo y más de dos toneladas de peso.
Lo peor: No llega al nivel de sofisticación de sus nuevas rivales. Ah, y la visibilidad hacia atrás es muy limitada: la luneta fastback y el spoiler permiten ver poco y nada.
Seguridad
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Por supuesto, en este aspecto viene equipadísima. Tiene toda la protección y las asistencias a la conducción que existen, con el agregado un paquete de alta performance que piensa también en la seguridad.
Lo peor: No tiene rueda de auxilio. Ni siquiera finita, de uso temporario. No hay manera de que quepa una llanta así en el baúl (y eso que tiene un volumen de 600 litros).
Mecánica
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Bajo el capot tiene el conocido V8 4.0 bi-turbonaftero de otras Cayenne, pero trabajado para obtener el mayor rendimiento logrado hasta ahora: 640 cv de potencia y 850 Nm de torque. Se combina con caja automática de ocho velocidades (con convertidor de par) y tracción permanente en las cuatro ruedas.
Lo mejor: El sonido y el torque del motor son una experiencia religiosa.
Lo peor: Si querés todavía más potencia, podés buscar la Cayenne Turbo S E-Hybrid (680 cv y 770 Nm), pero también a varios rivales de Porsche: Lamborghini Urus Performante (666 cv y 850 Nm), Aston Martin DBX (707 cv y 700 Nm) y la flamante Ferrari Purosangue (725 cv y 716 Nm).
Comportamiento
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La prueba de manejo de tres días incluyó recorridos urbanos por la Ciudad de México (cuyo tránsito sólo se vuelve llevadero cuando aceptás pagar la pequeña fortuna que cuestan los cientos de peajes de las autopistas que rodean la zona urbana). También hicimos dos viajes en ruta que unieron diferentes localidades, como Ixtapan de la Sal, Taxco, Valle de Bravo, Toluca y la pista privada de Off-Road, siempre volviendo a nuestra base en la zona de Santa Fe.
En todo el recorrido siempre estuve acompañado por la gente de Porsche México y del circuito Off-Road, que guiaban nuestro recorrido desde un 718 Cayman GT4 Manual (me prometieron prestármelo en un próximo viaje, ya se vende en Argentina).
Compartí el viaje con mi colega chileno Marcelo Palomino (Autocosmos), así que en cada parada nos fuimos intercambiando los 911 GT3 y Cayenne Turbo GT que nos dieron para probar.
Diseñar una SUV concebida de manera original pensando en circular por terrenos difíciles, para después modificarla, bajarla, endurecerla y recargarla de alerones para convertirla en un súper deportivo parece un despropósito, pero el resultado dinámico es espectacular.
Como todas las Cayenne, la Turbo GT viene de serie con suspensión neumática, que permite variar el despeje del suelo en hasta 10 centímetros. Además, se pueden elegir tres niveles diferentes de dureza de amortiguadores. En el seteo más duro el andar es una piedra y en el más blando sigue siendo bastante duro, básicamente porque los neumáticos de perfil bajo transmiten todo al habitáculo.
La Turbo GT acelera de 0 a 100 km/h en 3.3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 300 km/h. Son valores soberbios para una SUV, pero lo que más impresiona es el bestial torque en baja. Es tan ridículamente violento que incluso a la sofisticada suspensión neumática le cuesta digerirlo. Mueve muy bien desde parado, pero el terremoto se desata apenas conecta la segunda marcha: ahí la trompa se levanta y parece que fuera a quedar con dos ruedas en el aire. La primera vez que ocurre eso te asusta, pero después te acostumbrás y lo volvés a poner en práctica a la salida de cada uno de los peajes. Es una delirante experiencia dragster en una SUV de cuatro asientos.
Por supuesto, es sólo una sensación: las enormes ruedas siempre viajan bien pegadas al piso y los brutales frenos se encargan de que todo permanezca bajo control.
Lo mejor: El enorme trabajo de ingeniería para convertir a una SUV en un superauto.
Lo peor: El consumo medio durante la prueba fue de 22 litros cada 100 kilómetros (con picos de más de 40).
Conclusión
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Nunca antes había manejado un “Utility Vehicle” que cumpliera de manera tan holgada con la promesa “Sport” de la sigla SUV. La Cayenne Turbo GT es un verdadero superauto que se puede manejar todos los días. Su motor endemoniado, el torque desbordante y el consumo desopilante dejan en claro que le quedan pocos años a vehículos de estas características en la industria automotriz moderna.
Si hilamos muy fino, la Turbo GT pierde al compararla con las propuestas más modernas, sofisticadas y potentes de Lamborghini, Aston Martin, Bentley y Ferrari. Si lo miramos desde el punto de vista local, tiene la ventaja de que es la única en su tipo que -por ahora- se ofrece en nuestro país.
Es la SUV más veloz y deportiva de la Argentina. Y se postula como el complemento perfecto para el garage de todo buen Porschista. Al final de cuentas, no todos los días podés ir a trabajar manejando un 911 GT3. ¿O sí? La segunda parte de este contacto se publicará mañana.
C.C.
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