PRUEBAS

Toyota

Toyota C-HR

Prueba del Toyota C-HR: así va en su segunda generación

Es uno de los superventas en Europa y, en su segunda generación, el Toyota C-HR será exclusivo para este continente. Al gusto europeo, respondiendo a las necesidades europeas. Supuestamente. Veamos si es así.

Ya hemos analizado un poco en esta entrada cómo es y qué trae de nuevo la segunda generación del Toyota C-HR. Ahora lo que toca es probarlo. Es un Toyota híbrido, es decir, no hablamos de un coche pensado para satisfacer a los más entusiastas de las emociones al volante, sino a los más pragmáticos. De modo que hay que ponerse en el papel de quien se compra este coche, y eso haremos.

Como veníamos diciendo antes, siéntate en el interior y es fácil que te sientas a gusto. Salvo porque el asiento, incluso en su posición más baja, va para mi gusto demasiado alto. La dirección está muy asistida, los pedales ofrecen poca resistencia… todo está pensado para una conducción calmada.

prueba del toyota c-hr: así va en su segunda generación

Hemos podido probar las dos versiones híbridas que existen, tanto la 140 H de 140 CV, como la 200H de 196 CV. Recordemos que, a igualdad de acabado (Advance, que es el único que se combina con cualquiera de las dos motorizaciones), hay una diferencia de precio entre uno y otro de 2.500 euros. Comencemos por el 140H no por nada, sino porque, según estima Toyota, será el más vendido.

Toyota C-HR 140H: así va

Aquí tenemos la combinación de un motor 1.8 de 98 CV y de uno eléctrico de 95 CV. Los 140 CV conjuntos le dan para acelerar de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y registra un consumo oficial de 4,8 L/100 km.

prueba del toyota c-hr: así va en su segunda generación

Por supuesto, incorpora la característica transmisión continuamente variable de los Toyota híbridos, que se caracteriza por su gran suavidad y fiabilidad pero, a cambio, también por no ser muy agradable cuando el conductor exige prestaciones.

Y no porque sea lenta o brusca, sino por lo que ya sabíamos: cuando el conductor acelera con relativa contundencia, la caja de cambio rápidamente ‘acopla una ‘marcha corta’ haciendo que el motor de combustión gire bastante alto de revoluciones, con el consiguiente ruido, alto e impasible, que ello conlleva. Lo pongo entre comillas porque, como sabrás, esta caja de cambio no tiene marchas fijas.

prueba del toyota c-hr: así va en su segunda generación

Pero condúcelo tranquilo, con sosiego, y te darás cuenta que el Toyota C-HR es una fantástica herramienta de desplazamiento, sobre todo cuando estos son cortos y a baja velocidad. Va súper-suave, gasta poquísimo (realmente, los 4,8 L/100 km que anuncia son facilísimos de lograr) y es confortable. En ciudad, maximiza muy bien el uso de la parte eléctrica, lo que repercute en ese bajo gasto de gasolina.

Esta unidad luce el acabado Advance, de modo que no lleva los nuevos amortiguadores de frecuencia selectiva que sí tiene el acabado GR Sport, y con los que fijo que va mejor. Estos amortiguadores tienen la facultad de que pueden mostrar mayor endurecimiento en apoyos en curva al mismo tiempo que suavizan los golpes a la hora de pasar sobre baches. No son electrónicos; es todo mecánica inteligente.

prueba del toyota c-hr: así va en su segunda generación

La dirección es blandita incluso seleccionando el modo de conducción Sport, poco directa, pero más que cumplidora para el cometido del vehículo. No es un coche especialmente ágil, pero tampoco torpe. Tienes que llevarlo con tranquilidad y puede que hasta lo disfrutes porque es así como el Toyota C-HR brilla, y mucho.

De modo que si lo que quieres es un coche que en el día a día gaste poco, que tenga un espacio razonable para llevar atrás a dos criaturas, y que te permita viajar sin ningún problema, puedes tener en el Toyota C-HR una incontestable alternativa.

Toyota C-HR 200H: así va

La única diferencia con esta versión es que hay ‘más motor’. No hay un 1.8, sino un 2.0. Y no da 98 CV, sino 152 CV. La parte eléctrica también ese mejor: 113 CV frente a 95 CV. Como resultado, 196 CV que le permiten acelerar mucho más rápido (de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos) sin que el consumo aumente: se mantiene en 4,8 L/100 km.

prueba del toyota c-hr: así va en su segunda generación

¿Merece la pena el pago de 2.500 euros extra por esta motorización? Bajo mi punto de vista, sin duda alguna porque ese extra de poderío convierte la experiencia de conducción en algo un poco más agradable. Sin embargo, pensándolo en frío, quizá no tenga tanto sentido dado que estamos hablando un coche que cuando brilla es en conducción tranquila.

Así que la conducción del 200H es en esencia idéntica a la del 140H, pero con un plus de energía. No lo notará quien conduzca de forma tranquila, que a fin de cuentas será la mayoría de los compradores de este modelo, pero ahí está. Yo sí lo he notado y me gusta claramente más.

prueba del toyota c-hr: así va en su segunda generación

Enlaza algunas curvas y observarás lo mismo que antes: el Toyota C-HR es complaciente, fácil de llevar e inspira confianza. No se siente incómodo en carreteras reviradas, pero sí si intentas correr. Rápidamente te pedirá subliminalmente que aflojes.

Si quieres un coche nuevo con descuento haz click aquí

Pero bueno, es que no es un coche para eso, algo de lo que tiene la culpa mayoritariamente la transmisión que incorpora. Sin embargo, es una muy buena herramienta de transporte. Segura, de calidad y eficiente.

Luego hay una versión de tracción total eléctrica a base de añadir un segundo motor atrás, que es de 41 CV. Sólo se puede asociar al acabado GR Sport y cuesta 40.500 euros, lo que son 2.000 euros más que su equivalente de tracción delantera. No lo pude probar, pero sospecho que se trata de una inversión únicamente planteable si circulas asiduamente por superficies muy deslizantes, como carreteras propensas al hielo o caminos con algo de nieve.

prueba del toyota c-hr: así va en su segunda generación

Este Toyota C-HR 200H sale por 35.000 euros, mientras que el 140H con idéntico acabado cuesta 32.500 euros. En cualquier caso, le auguro un éxito similar al de su predecesor porque al final es un poco lo mismo, pero evolucionado en la dirección correcta.

TOP STORIES

Top List in the World