Estaba cubierto de musgo y moho, e infestado de hormigas.
No te enfades demasiado con el propietario de este Toyota Supra biturbo de 1995. Lo compró en 2001 y disfrutó conduciéndolo durante aproximadamente 10 años antes de que su familia empezara a crecer.
El vídeo comienza con el Supra rojo hundido en la tierra, rodeado de bolsas de basura esparcidas por el patio. El musgo es claramente visible en la parte trasera del A80 y la suciedad apelmazada cubre los paneles laterales.
En concreto, parecen salpicaduras de barro, posiblemente de las fuertes lluvias que han convertido el suelo en un terreno embarrado. Además, el interior tiene moho y el icónico alerón presenta daños importantes. Una pegatina de inspección en el parabrisas está fechada en 2011, lo que apoya la afirmación de que ha estado abandonado durante más de una década.
Con ratones y hormigas
Igualmente, hay montones de hojas en los bajos y dos casas de ratones en la zona de carga trasera. Se extraen más restos de roedores de detrás del aislamiento del capó, que parece prácticamente destruido por los bichos. Un momento particularmente espeluznante se produce cuando se abre el depósito de la gasolina, al salir de él hormigas vivas. Al parecer, había una pequeña colonia refugiada alrededor de la boca de llenado. Qué asco.
Por supuesto, los que han visto los vídeos de WD Detailing saben cómo acaba esta historia. Después de varias pasadas con varios limpiadores y pulimentos, este descuidado Toyota mejora mucho su presencia.
¡Restáuralo!
Aun así, el estado del coche mejora mucho y es un buen punto de partida para que el propietario lo restaure o simplemente arregle la mecánica y el Supra pueda volver a la carretera. Teniendo en cuenta que estos Supra valen ahora mucho dinero, incluso sería un buen negocio venderlo si es que no quiere volver a usarlo.