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Toyota

Toyota C-HR

Probando el nuevo Toyota C-HR: así es en detalle

La segunda generación del Toyota C-HR está lista y su gama estándar se pone a la venta mañana 9 de noviembre. Veamos cómo es.

El Toyota C-HR ha sido un fenómeno para Toyota. Fue lanzado a finales de 2016 bajo un aspecto tremendamente atrevido que acabó cuajando muy bien entre el público. Es más, de hecho, en España se ha mantenido mes a mes en el top ten de vehículos más vendidos. ¿Sus armas? El mencionado diseño, su buen equipamiento y la eficiencia de sus motorizaciones.

Pero ya tocaba renovación, aunque probablemente el anterior modelo aún tenía recorrido. Durante este año 2023, Toyota ha ido mostrando imágenes de lo que acabaría siendo la segunda generación del modelo, probablemente aún más arriesgada en cuanto a diseño pero manteniendo proporciones similares.

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Ahora el Toyota C-HR es 3 cm más corto pero 4 cm más ancho y se aprecia mucho del lenguaje estético Prius, sobre todo en el frontal. En los laterales, ahora los tiradores de las puertas van enrasados, y en el caso de los traseros en una posición mucho más lógica que antes.

Mide, 4,36 metros de largo, 1,83 metros de ancho y 1,56 metros de alto. También gana 11 litros de maletero, alcanzando 388 L, de modo que aquí no resuelve un aspecto que antes era mejorable. E, incluso, se reduce a 364 litros en la versión más potente debido a que en este caso la batería de 12V se sitúa atrás.

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Bajo su capó, de nuevo dos motorizaciones híbridas, aunque para primavera de 2024 se incorporará una tercera, que será enchufable y de la cual ya hablaremos en profundidad en su debido momento. La gama inicial se compone de las variantes 140H y 200H que ya conocíamos en el Corolla, y que asimismo anuncian 140 y 196 CV respectivamente.

En el apartado técnico no hay mucha novedad. Se mantiene la plataforma GA-C y se sigue apostando por la combinación de un motor de gasolina con otro eléctrico y los de gasolina son los mismos que antes. Sí que hay más potencia en los eléctricos.

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La versión 140H conjunta un bloque 1.8 de 98 CV con un propulsor eléctrico de 95 CV. Por su parte, el C-HR 200H combina un 2.0 de 152 CV con un motor eléctrico de 113 CV. La batería, que va bajo el asiento trasero, es de 0,91 kWh de capacidad.

En el caso del 200H hay una versión de tracción total, denominada AWD-i, que añade un segundo motor eléctrico en el eje trasero, siendo este fabricado por Aisin y de 41 CV de potencia (no altera los 196 CV conjuntos).

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¿Y su precio? Mucha gente se escandalizó cuando Toyota sacó a la venta las versiones Premiere Edition por 43.900 euros, pero estas eran con motorización 200H y equipadas hasta las trancas. La gama estándar arranca en 31.750 euros para el C-HR 140H Active, aunque por sólo 750 euros más se accede al 140H Advance, que Toyota espera cope el mayor porcentaje de ventas del nuevo C-HR. Por encima, hay un acabado GR Sport exclusivo para el 200H.

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El Toyota C-HR 140H Advance sale por 32.500 euros y ya incluye faros de led, llantas de 18″, cuadro digital de 12,3″, pantalla central del mismo tamaño, cargador inalámbrico para teléfono, sensores de aparcamiento delante y detrás… En opción, destacan novedades como el techo panorámico o la carrocería bitono. El salto a la versión 200H supone un sobreprecio muy razonable: 2.500 euros.

Si por fuera es atrevido, por dentro resulta más tradicional, aunque también llamativo. Hay calidades bastante buenas, todos los botones y mandos son mecánicos (salvo la pantalla central, claro), todo tiene un orden lógico y, en general, se siente bien hecho y duradero. Sí me gustaría, aunque esto es personal, que la postura de conducción no fuese tan alta. Incluso con el asiento regulado lo más abajo posible, me lo resulta.

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Toyota dice haber trabajado en la poca luminosidad que había en las plazas traseras de la anterior generación, y se siente la mejora. Sin embargo, sigue habiendo ventanillas traseras muy pequeñas y una amplitud general que se queda por debajo de la media entre su competencia directa. Pero bueno, para dos criaturas, bien.

Así que bueno, el nuevo Toyota C-HR es tan llamativo o más de lo fue su antecesor en 2016, ofrece mejores calidades, tiene más potencia, puede llevar equipamiento más avanzado y parece padecer los mismos pequeños inconvenientes en cuanto a habitabilidad y maletero. ¿Vemos qué tal va? (segunda parte de la prueba en construcción).

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