En Citroën están decididos a lanzar un C3 eléctrico barato. Será un ë-C3 propiamente dicho, y no un coche muy pequeño o una versión extraña del Citroën Oli.
El nuevo eléctrico de Citroën no es un clon de los Corsa e o Peugeot e-208, y así es como Citroën ha conseguido reducir el coste: se basa en la plataforma de la versión eléctrica de un coche -también llamado C3 (foto de arriba)- que fabrica en la India.
Eso querría decir que en España debería ser más o menos igual. Aquí, el Citroën ë-C4 cuesta 28.000 euros con promociones y ayudas, y el C3 de combustión parte de los 15.000 euros. Así que no es descabellado apostar por unos 22.000 euros.
En esa franja de precios hay dos modelos que tienen bastante éxito en el segmento bajo de los coches eléctricos: un Dacia Spring parte de los 21.000 euros y el MG 4, de los 20.000.
A pesar de su precio, tiene el mismo tamaño que el actual C3 europeo, unos cuatro metros de largo, y carrocería de cinco puertas. “Tendrá el confort y la tecnología que esperan los compradores de hoy”, afirma Koskas.
En el interior tendrá una pantalla en color compatible con conectividad para smartphone (Android Auto/Car Play) y funciones de asistencia al conductor obligatorias por ley, como el mantenimiento de carril, el aviso de límite de velocidad o el detector de señales de tráfico.
Como el C3 indio y todos los demás Citroën actuales, el nuevo coche tiene algo de crossover en su diseño, con plástico negro en todo su perímetro y falsas protecciones.
La plataforma se diseñó desde el principio para propulsión eléctrica, así como para motores de gasolina en la India, aunque en Europa estarán los habituales del grupo.
Hemos preguntado a Koskas si la batería es del tipo LFP (ferrofosfato de hierro, en lugar de litio), más barata, que está siendo adoptada por Ford en Estados Unidos, y en España podemos encontrarnos en los nuevos modelos de BYD.
Como cualquiera podría imaginar, no quiso decir nada porque es demasiado pronto, pero el C3 indio sí tiene una versión eléctrica con batería LFP refrigerada por aire (en lugar de líquido), lo que reduce el coste, pero limita la potencia máxima de carga a 30 kW, por lo que se tarda una hora en rellenarla.
Koskas lleva al frente de Citroën desde febrero. Según nos ha contado, no tiene intención de cambiar la estrategia fundamental de su predecesor, Vincent Cobée, que es fabricar coches que sean “cómodos, sencillos de entender, sostenibles y atrevidos” y venderlos de forma asequible.
El Oli llevó esta filosofía al extremo, y Koskas no se echa atrás. “El Oli tendrá continuidad en la vida real. Inspirará a los futuros Citroën. Y mucho. En el Citroën ë-C3 encontrarás todas las características del concept: asientos, ruedas, capó fijo, los materiales reciclados, una batería del tamaño adecuado… Pero hay que tener paciencia”, resumió.