¿Cuántas veces habrás oÃdo decir aquello de “lo barato sale caro”? Pues el ejemplo que te vamos a poner ahora es uno de ellos porque se han estado vendiendo a través de Amazon y de eBay algunos cables de carga para coches eléctricos que se han sometido a pruebas y presentan un serio riesgo de sobrecalentamiento, con todo lo que ello conlleva.
Los ejemplares defectuosos eran cables Modo 2 que ya se han retirado del mercado tras la investigación. Lo que deja patente esta situación es que es mejor comprar los cables que vienen de casa con los coches nuevos que no otros de los que se desconoce la procedencia y qué garantías ofrecen cuando comiences a usarlos.
Electric Safety First ha descubierto que la proliferación de usuarios del ecommerce va en aumento, como se demuestra que un tercio de clientes recurran a este tipo de comercios donde comparar, comprar y ahorrar es muy fácil. De esta manera, puedes adquirir productos como cables de carga que son de una calidad más que discutible.
Pero es un problema que no afecta de forma exclusiva a Inglaterra y a los usuarios de coches eléctricos de ese país. La cuestión es que muchos de estos cables se fabrican en China y llegan a todo el mundo, donde una clasificación de 16A es normal.
La gravedad del asunto reside en que han encontrado que en los enchufes del Reino Unido la capacidad nominal es de solo 13A. Dicho para que lo entendamos: la corriente es más alta que la que transporta el cable. De esta manera, se produce una sobrecarga en la toma de enchufe que puede provocar que se derrita e incluso se llegue a incendiar.
Un problema más es que la comercialización de cables para cargar coches eléctricos carece de unas bases legales que controlen las aprobaciones TÜV y CE que garantizan la máxima calidad y seguridad de este accesorio clave para el buen funcionamiento de coches eléctricos o híbridos enchufables.