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En 12 años que quedan hasta ese momento, nuestro país ha de dar un paso al frente en el plano de la movilidad, pero, ¿estamos preparados? Hay que tener en cuenta diferentes factores como la ampliación de puntos de recarga y electrolineras y, además, establecer ayudas para adquirir coches eléctricos, que ahora resulta casi una quimera.
Los informes no son nada halagüeños, puesto que la la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles ha dicho que España es el tercer país de Europa peor en preparación para el objetivo de 2035. El dato es demoledor: de los 24 millones de coches que están en circulación en nuestro país, solo el 3% son eléctricos.
Yendo al grano. Uno de los graves problemas para adquirir un coche eléctrico en España son las subvenciones gubernamentales. Los intrincados trámites burocráticos dificultan poder recibir la ayuda y, además, en caso de tener la suerte de conseguirla, se suele recibir con unos meses de retraso, por lo que normalmente el usuario tiene que adelantar el dinero en el momento de la compra.
Y no será porque no haya vehículos eléctricos donde elegir porque prácticamente todas las marcas ya tienen modelos de esa tecnología. Otro de los problemas es que los precios de ese tipo de vehículos son bastante altos para los bolsillos de un español de perfil medio o bajo.
El número ha crecido bastante en el último año y medio, pero se atisba que no será suficiente, ya que para 2035 según los expertos, se estima que se necesitarían entre 220.000 y 250.000 puntos de carga. Una de las alternativa es buscar cargadores privados bien en residenciales, bien en casas unifamiliares, pero eso sólo sería un parche.