Brabus Mercedes AMG EQS 53 (fotos Brabus).
Lo que ha hecho la firma de Buschmann y Brackmann es digno de cualquier elogio grandilocuente ya que ha confeccionado un paquete especial que mejora la aerodinámica y aumenta la autonomía pero apostando por un extra de agresividad y deportividad sobrepasando la ya de por sí espectacular que hizo AMG en el Mercedes EQS.
¿De qué se compone el pack de Brabus para que lo haga tan especial? La fibra de carbono es el primer componente que ves en su exterior (desde el frontal hasta la retaguardia). El gran protagonista delante es el paragolpes, que tiene unas enormes tomas de aire, ahora con un spoiler en el borde de la defensa que aumenta generosamente la carga aerodinámica en el eje delantero a alta velocidad.
Más retoques en la bis más dinámica: gigantes llantas de aleación de 22 pulgadas; la altura de la carrocería al suelo es muy baja. Con la revisión de la suspensión neumática se ha conseguido rebajar hasta 15 milímetros delante y hasta 20 milímetros detrás. Este hecho provoca que haya una mejora de la dinámica de conducción gracias al centro de gravedad más bajo.
Lo poco que no se ha tocado del original es su mecánica. Mantiene sus dos motores eléctricos que proporcionan una potencia máxima de 761 CV trasladados al suelo a través de la tracción total 4MATIC. Acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 3,4 segundos y cuenta con una batería que tiene una capacidad neta de 107,8 kWh cargada al 80 por ciento.
El Mercedes AMG EQS 53 de origen cuenta con una autonomía de 575 kilómetros. Brabus ha incrementado un 7 por ciento ese alcance, con lo que puede recorrer 615 km con una sola carga. Este aumento, como el resto de los que ya hemos mencionado, hará que el precio de esta barbaridad de coche se estime que valga 300.000 euros (no hay cifras oficiales).