Esta versión, en acabado Veloce, cuenta con motor turbodiésel de 210 CV, cambio automático y tracción total Q4.
Si hace unos años, nos hubieran dicho que los SUV supondrían el grueso de la gama (y de las ventas) de Alfa Romeo, probablemente no lo hubiéramos creído. Pero ahora mismo, esta ‘quimera’ es una realidad más que palpable, con dos todocaminos en el catálogo (Stelvio y Tonale) y una sola berlina (Giulia).
En esta ocasión, nos vemos a centrar en el SUV medio de la gama, el Alfa Romeo Stelvio 2022, un modelo que ya hemos puesto a prueba en vídeo y que, para los tiempos que corren, sigue siendo una ‘rara avis’ en el segmento. A fin de cuentas, no hay ni rastro de electrificación en la gama.
Pero en cierto modo, con esta versión turbodiésel, tampoco hemos echado de menos el aporte de una parte eléctrica en el conjunto… más allá de que, hoy en día, la etiqueta Eco de la DGT (y aún más la 0) te abren muchas puertas en la ciudad. Lo analizamos en esta ‘Guía de compra’.
El Alfa Romeo Stelvio 2022, en cinco puntos clave:
Diseño
Lo primero que debemos mencionar es que, a pesar de las distintas puestas al día que ha ido recibiendo, el Stelvio es ya un modelo veterano, que se presentó en 2016 y que no ha tenido un restyling profundo como tal.
Respecto a sus dimensiones, alcanza los 4,69 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,69 de alto, que se combinan con una distancia entre ejes de 2,82 metros. ¿Peso en vacío del conjunto? 1.745 kilos, que no es precisamente poco.
Interior
Si la carrocería luce unas líneas muy personales, el habitáculo tampoco se queda atrás precisamente, con un diseño bastante analógico y enfocado al conductor. Algo que, por cierto, celebramos sobremanera todos a los que nos gusta conducir.
Así, los reductos tecnológicos quedan limitados a una pantalla multimedia situada entre los dos grandes relojes analógicos de la instrumentación, que ejerce como ordenador de a bordo, y el display táctil de 8,8 pulgadas del sistema Alfa Connect 3D, que integra Apple CarPlay y Android Auto.
Por lo demás, la calidad percibida es bastante buena, con ajustes notables y materiales blandos cubriendo el salpicadero y los paneles de las puertas.
Mecánica
Probablemente, el motor turbodiésel 2.2 de esta versión sea uno de sus grandes puntos fuertes. A fin de cuentas, en frío es ruidoso y, cuando se le exige, resulta menos refinado de lo deseable. Pero su rendimiento es tan bueno, que estos detalles merecen ser pasados por alto.
Este cuatro cilindros entrega 210 CV, así como un contundente par máximo de 470 Nm desde apenas 1.750 vueltas. Cifras notables que, en combinación con una caja de cambios automática con convertidor de par, de ocho marchas, y el sistema de tracción total Q4, le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos y alcanzar los 215 km/h de velocidad máxima
¿Y el consumo? Pues es otro de los puntos sorprendentes de este SUV, ya que el homologado es de 6,2 l/100 km y, durante toda nuestra prueba, que ha tenido lugar en distintos escenarios, se mantenido en el entorno de dicha cifra.
En marcha
A pesar de su elevado peso, hablamos de un modelo ágil, que cambia de dirección con agilidad y que no se descompone (lo más mínimo) en tramos de curvas. Sin duda, la puesta a punto de la suspensión tiene parte de culpa. Pero el elemento del coche diferencial, el que te conecta directamente al asfalto, prácticamente, es una dirección asistida precisa y directa como pocas (que a baja velocidad, obliga a hacer más maniobras de la cuenta, también sea dicho).
¿Un punto mejorable en marcha? Para mi gusto, el funcionamiento algo errático del sistema de mantenimiento de carril, que o bien no está correctamente calibrado o bien es más conservador de la cuenta. Porque en muchas ocasiones, rodando por autopista y con el coche al que se ha adelantado ya fuera del ángulo muerto, se ‘resiste’ a dejarnos retornar al carril derecho (incluso con el intermitente puesto).
Equipamiento y precio
La gama Stelvio 2022 tiene un precio de partida de 53.550 euros (46.524, con descuento), con motor diésel de 160 CV, propulsión trasera y cambio automático. Una cifra que, en el caso de la variante Veloce de esta prueba, asciende hasta los 67.580 (59.052, con descuento).
Una cifra elevada, es cierto, que se compensa en parte con su configuración mecánica, su buen comportamiento y su imagen deportiva, pero también, con un equipamiento de serie realmente completo.
De hecho, quitando un puñado de opciones, como pueden ser el paquete de ayuda a la conducción semiautónoma, el equipo de sonido premium, la pintura metalizada, las pinzas de freno en color rojo o la tapicería de cuero, todo lo que ves en esta unidad es de fábrica.
