Probamos el scooter del octavo de litro de la firma japonesa, uno de los líderes de ventas de la categoría.
Los scooter de 125 cm3 viven, desde hace unos años, su especial momento de gloria, especialmente en el entorno de las grandes ciudades. La posibilidad de conducirlos con el carnet B de conducir ha animado a muchos conductores a explorar el mundo de las dos ruedas para sus desplazamientos diarios por las calles o para acudir a su puesto de trabajo. Probamos uno de los modelos más vendidos, el Suzuki Burgman 125 2021.
Desde sus inicios, la Burgman ha sido un scooter reconocido por su eficiencia en cuanto a movilidad urbana y su equilibrada puesta a punto. Con una economía de uso realmente destacable, el modelo japonés siempre ha ocupado uno de los primeros puestos en las ventas del segmento y eso se debe a que el público ha sabido reconocer sus bondades.
Galería: Suzuki Burgman 125 2021 prueba
Este último detalle también es importante en términos de comodidad, ya que podemos apoyar los pies con mucha facilidad, incluso los pilotos de menor estatura. Los reposapies, delanteros y traseros, están a la misma altura, lo que facilita el acceso al acompañante. Debajo, se encuentra un cofre capaz de albergar dos cascos integrales, además de pequeños objetos.
Respecto al motor, el bloque monocilíndrico de cuatro tiempos, con refrigeración líquida, tiene una cilindrada de 124,5 cm3, que desarrolla una potencia máxima de 12 CV. De la transmisión se encarga una correa trapezoidal, que asegura una respuesta suave y progresiva. El contenido peso del conjunto de 159 kilos (en vacío), permite unas aceleraciones respetables.
Otro detalle interesante es la adopción de un sistema antibloqueo de frenos ABS, que afecta a ambos ejes, compuesto por un disco de freno de 220 milímetros y pinza monobloque, tanto delante como detrás. La rueda delantera es de 13 pulgadas en medida 110/90 y la trasera de 12 pulgadas, con 130/70.
Una vez que pones el contacto y pulsas el botón del arranque eléctrico, el motor de la Burgman 125 apenas suena y transmite pocas vibraciones, algo que refuerza el agrado de conducción. Como decíamos, la ligereza del conjunto asegura una buena aceleración, incluso con pilotos voluminosos a los mandos, como es mi caso. Si bien es cierto que la velocidad máxima oficial es de 120 km/h, alcanzarla en condiciones normales puede parecer complicado, aunque lo diga el velocímetro.
En la ciudad, la motocicleta japonesa se mueve como pez en el agua. Cambia de trayectoria con mucha facilidad, el carenado es lo suficientemente estrecho como para ‘zizaguear’ sin complicaciones por las calles y la aportación del ABS nos transmitirá la confianza suficiente en esos escenarios de escasa adherencia, como cuando llueve, por ejemplo.
Entre los apartados a mejorar, quizás una instrumentación con mayor aportación ‘digital’, tanto estéticamente, como con la posibilidad de reproducir aplicaciones de tu teléfono móvil no estaría nada mal. Asimismo, un cofre bajo el asiento con mayor capacidad redondearía un scooter con una magnífica base.
Por último, debes saber que el Burgman 125 tiene un precio de partida de 4.349 euros, que es una cantidad en la media de la categoría, lo que viene a reafirmar, todavía más, esa sensación de equilibrio total que transmite el scooter de Suzuki. Sin duda, cumple todo lo que promete y pocos defectos se le pueden poner para todo lo que ofrece, con una puesta en escena discreta, pero muy funcional.
Agradecimientos a: Medis Grupo. Casco Tucano Urbano El’Jet (desde 159 euros), cazadora Tucano Urbano David (desde 179 euros ) y guantes Tucano Urbano Will (desde 95,59 euros).
