Cargar un coche eléctrico lleva mucho tiempo, incluso en un punto de carga rápida. Y para muchos automovilistas, sencillamente, es demasiado tiempo. Entra una autonomía que no siempre es ideal para efectuar largos trayectos y un tiempo de carga demasiado largo, es uno de los, todavía, numerosos escollos que limitan el atractivo de la movilidad eléctrica.
Y aunque existen coches con más de 400 km de autonomía y puntos de carga de hasta 350 kW, la típica sesión de recarga de un eléctrico en ruta lleva bastante más tiempo que llenar el depósito de un coche en la gasolinera.
Recargar una batería como quien llena un depósito de gasolina
Un Polestar 5 equipado con la tecnología de baterías de StoreDot fue capaz de recargar su batería del 10% al 80% en menos de diez minutos. Las baterías de StoreDot utilizan ánodos de silicio en lugar del tradicional grafito, lo que significa que pueden almacenar hasta diez veces más iones de litio y ocupan menos espacio. El resultado es una mayor eficiencia y una capacidad de recarga más rápida.
El paquete de baterías de 77 kWh, especialmente encargado para la ocasión y con potencial para aumentar hasta al menos 100 kWh, permite recuperar 320 km de autonomía a un coche eléctrico de tamaño medio en 10 minutos. La carga se efectúo en un cargador de cerca de 400 kW de potencia. Si bien cargar a potencias muy elevadas no es algo nuevo, Rimac ya lo ha hecho en un punto público de Ionity hasta 333 kW, por ejemplo, lo relevante aquí es la constancia de la potencia.
A diferencia de las baterías tradicionales de iones de litio, en las que la velocidad disminuye considerablemente a medida que la carga alcanza el 100%, aquí la potencia fue constante, lo que explica el corto tiempo de carga.
El coche registró una potencia constante de más de 310 kW durante toda la prueba y un pico de más de 370 kW. Todos los parámetros de las celdas, incluidos la temperatura, el voltaje y la capacidad de carga, se controlaron en todo momento, y el paquete de baterías nunca superó la temperatura de funcionamiento objetivo establecida por los ingenieros de ambos equipos.
En todo el mundo, los fabricantes de vehículos eléctricos buscan constantemente soluciones para mejorar la autonomía y reducir los tiempos de carga.
Toyota, el grupo Stellantis, Nissan o BMW son algunas de las marcas más activas que están invirtiendo en la tecnología de baterías de estado sólido, que podría ofrecer una autonomía sin precedentes de 1.500 km y un uso intensivo de las cargas rápidas sin que dañe su química y su vida útil a partir de 2027 o 2030.
Sin embargo, los tiempos que manejan StoreDot y Polestar son muy diferentes. Esta tecnología podría estar disponible más pronto que las baterías de estado sólido. “Normalmente tenemos un ciclo de desarrollo de dos a tres años, así que diría que podríamos ponerlo en producción en ese plazo”, explicó Jens Groot, ingeniero jefe del sistema de baterías de Polestar. Dicho de otro modo, el Polestar 5 podría ser el primer coche de la marca en equipar este tipo de baterías.
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