- Sin luneta trasera… por aerodinámica
- El Polestar más rápido
- Interior con un diseño limpio
- Polestar 4: desde 65.900 euros
Polestar, la marca de coches eléctricos de lujo propiedad de la china Geely, acaba de poner a la venta el Polestar 4, su tercer modelo en la gama y que se ubica entre los dos ya existentes: el 2, una berlina notablemente más pequeña, y el Polestar 3, un SUV algo más grande. El coche tiene un precio de salida de 65.900 euros -una tarifa muy elevada, pero en un término medio dada su competencia- y las primeras entregas se producirán entre julio y agosto.
Con una longitud de 4,84 metros, la silueta del coche se podría definir como la de un crossover (su altura es de 1,51 metros) con una zaga muy tumbada, al estilo de los coupés. Abundan los detalles ya conocidos en la marca, como las ruedas de gran tamaño (de 20 pulgadas como mínimo) y varios orientados a optimizar la aerodinámica, un elemento clave en los eléctricos.
Sin luneta trasera… por aerodinámica
Por ejemplo, las puertas o los espejos sin marco o las manecillas escamoteables y accionadas eléctricamente. Pero, por encima del resto, un hecho que lo convierte en un coche casi único en el mercado: no cuenta con luneta posterior de cara a lograr que el aire discurra lo más fluido por esa zona. Aparte, Polestar dice que con ello se ha podido ampliar el techo solar panorámico (enorme y siempre de serie), el habitáculo y el espacio sobre la cabeza.
Polestar
El Polestar más rápido
La velocidad de recarga de la pila es de 11 kW en corriente alterna (22 kw de forma opcional) y a 200 kW en corriente continua, lo que supone pasar del 10% al 80% de capacidad en 30 minutos si se dan todas las condiciones necesarias.
La versión de doble motor es un verdadero ‘aparato’ capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,8 segundos, lo que según Stéphane Le Guévell, director general de Polestar Iberia, le convierte en el “coche más rápido” fabricado nunca por la compañía. El Polestar básico hace esa maniobra en 7,1 segundos, pero en ambos la velocidad máxima está limitada a 200 km/h.
Polestar
Interior con un diseño limpio
En el interior, el diseño sigue las formas limpias y cuidadas de los otros Polestar, todo con una terminación exquisita y abundantes materiales reciclados, aunque la marca no renuncia a las tapicerías de piel auténtica que, eso sí hay que pagar aparte. Respecto a los Polestar ya conocidos, la pantalla central de 15,4 pulgadas está colocada ahora en posición horizontal. Se completa con otra de 10,9 pulgadas frente al conductor y que da la información básica, más un head up display (de 14,7 pulgadas), aunque este último dentro de un amplísimo paquete opcional que cuesta 5.500 euros.
Por último, hay que destacar el espejo retrovisor interior, que puede funcionar como uno convencional o puede mostrar las imágenes de una cámara colocada sobre la parte posterior del techo, compensando así que no haya cristal en la parte trasera.
Polestar
Sólo una pega: las rodillas quedan más elevadas que en otros eléctricos por el espacio que ocupa la batería colocada bajo nuestros pies. Puede que esa posición mejore si pedimos la banqueta posterior con respaldo de ajuste eléctrico. El tamaño del coche también permite contar con un maletero generoso: 527 litros en el hueco convencional y 15 bajo el capó delantero que pueden servir para guardar el cable de recarga.
Polestar 4: desde 65.900 euros
El precio de venta, ya lo apuntábamos al principio, parte de los 65.900 euros en la variante de un solo motor; aunque también se puede acceder al coche mediante un renting a 60 meses, con un máximo de 10.000 km al año, por 813 euros al mes y dando una entrada de 10.892 euros. La versión con doble motor cuesta 72.900 euros.
Polestar
El equipamiento de serie es especialmente completo es asistentes de seguridad, con 12 sensores, otras tantas cámaras y un radar vigilando todo lo que ocurre en nuestro entorno. Hay ayudas de todo tipo, incluyendo la conducción semiautónoma de nivel 2, pero para que el coche también pueda adelantar solo en autovía, aparte de marcárselo con el intermitente, tendremos que abonar 1.500 euros más.
La actualización de estos sistemas y de muchos otros se puede hacer de forma remota, a través de Internet, ya que el vehículo está conectado de forma permanente. Y como uno de sus puntos fuertes, esa conectividad está integrada con Google, que viene con asistente de voz y permite controlar varias de las funciones del coche, planificar rutas, inicia aplicaciones e incluso activar dispositivos inteligentes de casa gracias a Google Home.