Malas noticias para Polestar tras perder el apoyo y financiación de Volvo
La situación de Polestar, el fabricante de vehículos eléctricos de alta gama, se ha vuelto más complicada tras la reciente decisión de Volvo de retirar su apoyo financiero. Volvo, que hasta ahora poseía cerca del 48% de las acciones de Polestar, ha transferido la responsabilidad total de la marca a Geely, un importante conglomerado automotriz chino. Esta decisión, calificada por Jim Rowan, CEO de Volvo Car, como una “evolución natural”, provocó un incremento del 30% en el valor de las acciones de Volvo, de acuerdo con lo que comentó el medio Bloomberg.
Según análisis de Bernstein reportados por Automotive News Europe, Polestar necesitaría aproximadamente 1.000 millones de dólares en el próximo año para mantener sus operaciones. Esto ha llevado a especulaciones sobre la posibilidad de que Polestar considere convertirse en una empresa privada.
Mientras tanto, Volvo ha asumido el compromiso de una transición completa hacia vehículos eléctricos para el año 2030 y reportó la venta de más de 113.000 coches eléctricos en el último año. No obstante, Volvo enfrenta desafíos, incluyendo una fuerte competencia de gigantes como BYD y Tesla, y recientes problemas de software en sus modelos más nuevos, EX30 y EX90. Además, Volvo ha tenido que reducir su plantilla y buscar formas de disminuir costos.
Este escenario ilustra la naturaleza dinámica y los retos que enfrentan los fabricantes de automóviles en su camino hacia la electrificación y la sostenibilidad, en un mercado automotriz global que continúa evolucionando.