Cuando se pone ‘Ford’ y ‘Ferrari’ en la misma frase lo primero que se piensa es en el duelo que ambas marcas tuvieron en LeMans en los años 60. Sin embargo, el enfrentamiento entre ambos fabricantes, con enfoques tan diferentes, también se produjo de una manera más reciente, en otro campo: la estadounidense demandó a la italiana por plagio.
Ocurrió en 2011 cuando, con motivo del 150 aniversario de la reunificación de Italia, Ferrari decidió llamar al monoplaza con el que iban a correr esa temporada Fernando Alonso y Felipe Massa como Ferrari F150.
La marca del óvalo consideró que los de Maranello estaban aprovechándose de su nombre, muy establecido y de amplio conocimiento entre el público, y decidió demandarla por plagio, basándose también en el hecho de que el logo que se presentó en su día también era bastante similar al de su camioneta.
En la demanda se exponía que “Ferrari se ha apropiado indebidamente del nombre para sacar provecho de una marca con referencias comerciales positivas” y se pedía una indemnización de 73.000 euros, así como que la firma italiana cambiara el nombre del monoplaza.
Anne Marie Gattari, portavoz de la marca, explicaba: “Esta denominación comercial es muy importante para nosotros y hemos empleado mucho tiempo y esfuerzo en campañas de publicidad que posicionaran este nombre como marca de prestigio”.
Ferrari emitió un comunicado en el que decía que “los nombres de la escudería suelen representar la nomenclatura de un proyecto y suelen ir ligados a la cronología o a bases técnicas. En ocasiones especiales se dedican a un evento, como este año, que es el 150 aniversario de la Unificación de Italia”.
A lo que añadió que para evitar crear confusión “con otros tipos de vehículos comerciales” y “actuando de buena fe”, decidieron reemplazar el nombre, puesto que le original era una abreviatura del completo, que iba a ser /y fue finalmente) el de ‘Ferrari F150th Italia’.
