Prueba Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio 2023: una berlina deportiva en mejor forma que nunca

Con la actualización gana 10 CV de potencia, para alcanzar los 520 CV, así como detalles de equipamiento.

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A pesar de tener una gama más bien reducida (al menos, en la actualidad), Alfa Romeo tiene un montón de frentes abiertos. Por un lado, con el Tonale, que le está abriendo la puerta de una nueva y jugosa categoría, que debería hacer crecer su cuenta de resultados. Pero también, asomándose a la electrificación total, preparando el lanzamiento del futuro SUV urbano ¿Arna?

Mientras, por el otro lado, la marca sigue potenciando su imagen más pasional, con un nuevo, increíble y limitado superdeportivo, como es el nuevo Alfa Romeo 33, o con la actualización de los Giulia y Stelvio Quadrifoglio. De hecho, aquí encontrarás información de ambos, aunque la prueba se centre más en el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio 2023.

Una actualización que sigue los pasos de la de los Stelvio y Giulia MY23 ‘convencionales’, que ya probamos a principios de año, comprobando que el aspecto dinámico seguía siendo su principal motivo de compra, apoyados, ahora sí, por un equipamiento más actual.

El Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio 2023, a prueba en cinco puntos clave:

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Diseño

Estéticamente, los nuevos modelos apenas cambian. De hecho, la principal novedad en los Giulia y Stelvio Quadrifoglio la encontramos en los grupos ópticos, destacando los delanteros Full LED, inspirados en el concepto 3+3 del SZ Zagato.

Una “imagen atemporal” siempre defendida desde el Centro Stile de la marca en Turín (Italia), en la que se siguen manteniendo elementos tradicionales, como la parrilla frontal, con otros de fuerte carácter deportivo, como las grandes tomas de aire, las aperturas sobre el capó, las llantas de aleación de 21 pulgadas, el enorme difusor trasero o el sistema de escape deportivo, que opcionalmente puede estar firmado por Akrapovič (por 8.145 euros adicionales).

Eso sí, para esta prueba, tanto el Giulia como el Stelvio que hemos podido conducir formaban parte de la serie especial 100 Aniversario, sin sobrecoste y limitada a 100 ejemplares, de las que sólo han llegado dos a España.

їEn quГ© se diferencian? Pues en detalles dorados como el emblema del ‘Quadrifoglio Verde’ en ambos laterales o las pinzas de freno, en detalles acabados en carbono como el marco de la parrilla frontal o las cubiertas de los retrovisores o la inscripciГіn ‘100’ en el salpicadero, tambiГ©n en dorado.

Interior

Si damos el salto al interior, el salpicadero sigue estando claramente al conductor, que tiene ante sí una nueva instrumentación digital, similar a la del Tonale, con 12,3 pulgadas de tamaño y cuatro modos de visualización (incluyendo el exclusivo Race). Pero también, un volante de buen tacto, unos nuevos acabados en carbono 3D y unas levas de generosas dimensiones, para gestionar el cambio con precisión, en modo manual-secuencial.

Sigue destacando la gran presencia de mandos táctiles y un volante multifuncion con los botones justos, incluyendo el de arranque, mientras que el sistema multimedia cuenta con una pantalla táctil de 8,8 pulgadas y es compatible con Apple Carplay y Android Auto.

En términos de ergonomía y habitabilidad, los asientos deportivos del Giulia ofrecen una buena sujeción lateral, aunque opcionalmente se puede optar por unos baquet Sparco con estructura de carbono, por 8.824 euros adicionales.

Por su parte, el espacio en las plazas traseras es normal, tirando a justo, mientras que el maletero se queda en 480 litros de capacidad. Sin duda, en este sentido, quien necesite un punto extra de practicidad acabará apostando por el Stelvio.

Mecánica

En este sentido, los cambios son pequeños, ya que ambos Quadrifoglio siguen apostando por el fabuloso motor 2.9 V6 biturbo que equipan desde el inicio de su vida comercial.

Eso sí, en este caso se ganan 10 CV de potencia, para alcanzar los 520 CV, que son una cifra sobresaliente… pero que quedan por debajo de los 540 que anunciaba la versión GTA. Respecto al par máximo, es de 600 Nm desde 2.500 vueltas, mientras que el consumo medio homologado alcanza los 10,1 l/100 km.

Con estos datos, las prestaciones también mejoran, con una velocidad máxima de 308 km/h y una aceleración de 0 a 100 cifrada en 3,9 segundos, para el Giulia, y 285 km/h y 3,8 segundos, en las mismas mediciones, para el Stelvio.

Recordemos que, en ambos casos, se recurre a una transmisión automática con convertidor de par, de ocho velocidades, y a un diferencial autoblocante mecánico mejorado, con control electrónico, en el eje trasero. Así las cosas, la principal diferencia entre ambos es que el Giulia apuesta por la propulsión trasera, mientras que el Stelvio opta por la tracción total Q4.

En marcha

Son muchas las cosas buenas que ofrece el Giulia Quadrifoglio de esta prueba, desde el punto de vista dinámico. Pero tal vez, la más destacada, sea la pureza que ofrece en su conducción y las buenas sensaciones que transmite al conductor, cargadas de emoción. De hecho, es uno de esos coches que te conecta a la conducción como pocos son capaces de hacerlo.

El primer punto a destacar en este sentido es el fabuloso propulsor, que empuja con verdadera furia (sobre todo, en los modos Dynamic y Race) y suena de fábula, al tiempo que encuentra el socio perfecto en una transmisión automática rápida y efectiva.

Casi a la par en importancia, debemos mencionar una de las direcciones más rápidas y precisas que haya en el segmento. Tanto, que requiere de cierto tiempo de adaptación a sus reacciones. Ahora bien, una vez que le coges el punto, es el ‘arma’ definitiva, precisa como un bisturí, tanto a la hora de inscribirse en los virajes como a la de corregir las insinuaciones de la zaga. Porque sí, en el modo Race, el control de estabilidad ESC se desconecta por completo.

Mención aparte merece la suspensión, que cuenta con una nueva puesta a punto y amortiguadores controlados electrónicamente en ambos ejes. Y sí, en el modo más confortable, te permite usar cualquiera de los dos Quadrifoglio en el día a día, como si no fueran dos auténticos deportivos. Lo que siempre es algo a valorar.

Pero cuando seleccionas el modo más firme, el coche se transforma en una auténtica tabla. De hecho, es una de las claves para conformar un conjunto tan ágil, estable preciso como este, con el que perderte una y otra vez en tu carretera de curvas favorita…

Equipamiento y precio

En términos de equipamiento, simplemente nos quedan por mencionar algunas de las opciones que pueden incluir ambos modelos, que por cierto, vienen bastante bien equipados de serie. Hablamos del paquete de ayudas electrónicas a la conducción (1.670 euros), los frenos carbocerámicos (13.575 euros) o el techo de carbono (3.394 euros), en el caso del Giulia.

Respecto a los precios de la gama, curiosamente, se reducen de manera importante frente a sus antecesores. Así, el Giulia Quadrifoglio parte de los 105.800 euros (108.100, en el modelo anterior) y el Stelvio hace lo propio desde los 115.900 euros (121.700, en su antecesor).