En su segunda generación, el Hyundai Kona parece un producto bastante satisfactorio en términos generales. Pero es durante las pruebas largas cuando comienzas a detectar cosas que te encantan… y otras que te irritan.
Este Hyundai Kona de color blanco que ves en estas imágenes corresponde a la versión 1.0 TGDI 48V Tecno. Por tanto, equipa un motor de gasolina 1.0 turbo de tres cilindros y 120 CV, una caja de cambio manual de seis velocidades (la hay automática en opción), un sistema de hibridación ligera que le otorga la etiqueta ECO, y el acabado de equipamiento Tecno, que es el más alto de la gama. ¿Su precio? 33.540 euros.
Hemos conducido este Kona durante siete días y más de 1.600 km y, en este tiempo, hemos encontrado algunas cosas que nos han agradado mucho, así como otras que no nos gustan nada. Vamos con ellas.
5 cosas que nos gustan del Kona
- Gasta poco. Este Kona homologa un gasto de 5,5 L/100 km con la llanta de 17″ y, francamente, no dista en exceso de la realidad. En uso convencional, mezclando carretera y ciudad y conduciendo a ritmos normales, es bastante fácil rondar los 6,2 L/100 km.
- Anda bastante. El rendimiento del pequeño motor es un poco superior al que podrías esperar de sus 120 CV. Además, su entrega de potencia es muy progresiva resulta aprovechable a cualquier régimen. Desde luego, para un uso normal no hace falta más.
- Está bien hecho. No verás ni un solo plástico blando en el interior, pero este coche es una buena muestra de que no son condición indispensable para construir un habitáculo de calidad. Todos los plásticos son duros y se muestran sólidos, bien ajustados y, aparentemente, duraderos.
- ¡Tiene botones! La pantalla táctil de 12,3″, además de funcionar genial, se complementa con botones físicos para todo: accesos rápidos a los menús principales, climatización, calefacción de asientos, modos de conducción… literalmente todo. ¡Bravo!
- Gran maletero. El espacio para equipaje cubica 466 litros de capacidad. Tratándose de un SUV-B (aunque en esta nueva generación, al haber crecido hasta los 4,35 metros de largo casi se mete con los SUV-C), es un dato muy bueno.
5 cosas que NO nos gustan del Kona
- Es un ‘pesado’. Aquí viene al pelo este artículo. El Kona en su versión Tecno tiene muchos asistentes a la conducción, todos de serie. Y todos actúan con excesiva premura y molestos pitidos, desde la frenada autónoma hasta el sistema que vigila si te distraes. ¿Puedes desconectarlos? Sí, pero no tienen memoria de desconexión, de manera que cada vez que te pongas en marcha deberás perder 10 o 15 segundos en meterte en los distintos menús a través de la pantalla central y apagarlos uno a uno.
- Con cable. El sistema multimedia es compatible con Android Auto y Apple CarPlay, pero no de manera inalámbrica. Necesitas un cable USB-C para poder disfrutar de estas funciones.
- Sólo USB-C. Personalmente, me molesta que las tomas USB de los coches sean exclusivamente de tipo C, como en el caso del Kona, que tiene cuatro (dos delante y dos detrás). Si tienes un cable de USB-C a USB-C, perfecto pero, si no, no podrás utilizar el cable del cargador original del teléfono.
- No hay rueda de repuesto. El sistema de microhibridación imposibilita que el coche pueda tener rueda de repuesto, puesto que la batería se ubica en su lugar, bajo el piso del maletero. El Kona sin hibridación ligera sí la lleva, pero este no.
- ¿Diseño? Lo pongo entre interrogantes porque no lo considero una cosa mala en verdad, de hecho, su aspecto no me desagrada. Sin embargo, una estética con tantísima personalidad, tan arriesgada y tan alejada de los cánones tradicionales, no siempre es buen punto de partida para intentar que un coche sea comercialmente exitoso. En estos días con el Kona, me he topado con gente a la que le ha llamado la atención e, incluso, atraído. Pero también me he encontrado con otra a la que le ha horrorizado…
