- El IONIQ 5 N no es de videojuego, es real
- Suena y corre como un deportivo de combustión
- Sonido… de deportivo de combustión
El IONIQ 5 N es el sueño de los gamers con simuladores automovilísticos. Hyundai ha conseguido poner a un simulador cuatro ruedas, una carrocería y hacerlo realidad. Aunque de esos ya hay otros por el mundo, el nuevo miembro de la familia “N” es totalmente diferente y característico: no es simplemente un súper-eléctrico, es que se comporta como un deportivo de combustión… sin gasolina. Y no ha sido nada fácil conseguirlo.
El IONIQ 5 N no es de videojuego, es real
Este es el primer modelo eléctrico que se incorpora a la gama “N” y no podía defraudar a sus clientes de versiones térmicas anteriores. Hyundai enarbola la bandera del “Fun to Drive” y se considera obligada a ofrecer vehículos emocionantes, divertidos y rápidos. Además, iba a ser el germen de una nueva generación de eléctricos de altas prestaciones en años venideros, así que había que sentar muy bien las bases. Y la marca coreana tiene tecnológica e imaginación de sobra.
Hyundai
La plataforma eléctrica E-GMP consiste en una batería en el suelo de 84 kWh a 800 voltios que alimenta dos potentes motores síncronos de imanes permanentes, uno con 175 kW delante y otro con 282 detrás que, sumados y traducidos a caballos, son 609 CV; pero que llegan a ser 650 y 770 Nm de par simplemente activando el pulsador “N Grin Boost”. Suficiente para que alcance los 260 km/h y acelere de 0 a 100 en apenas 3,4 segundos, algo sólo al alcance de verdaderos deportivos de raza.
Suena y corre como un deportivo de combustión
Pero todo esto, aunque interesante y descriptivo, no define para nada la personalidad del IONIQ 5 N. Su secreto está oculto en la electrónica y en la identidad que han querido atribuirle sus ingenieros coreanos y europeos. Sería imposible desmenuzar aquí todas las opciones y combinaciones de las que es capaz pero -la principal- es que suena y se comporta como un vehículo de combustión. ¿Cómo? Gracias al sofisticado software y a muchas horas de auténtica dedicación.
Todo está en el volante “N” y en el gran salpicadero táctil, que tienen tantas funciones como un simulador profesional. Sólo que aquí se pueden paladear físicamente las violentas inercias, la fuerza centrífuga y -por qué no decirlo- el riesgo que no se corre sentado en casa delante de una pantalla… El volante, por ejemplo, tiene cuatro pulsadores especiales: dos en la parte alta y dos en la baja. Arriba se seleccionan los modos de conducción o se activa el “N Grin Boost” que aporta 41 CV adicionales durante 10 segundos.
Modos hay tres (Normal, ECO y Sport) que permiten circular tranquilamente en función del tráfico. Aunque realmente son cinco, porque para sacar la bestia que lleva dentro, hay que recurrir al botón inferior que activa el modo N (o el personalizado “Custom”, combinando parámetros a la carta). Dos altavoces exteriores comienzan a bramar con hasta tres sonidos artificiales diferentes muy realistas, mientras el conductor se transforma de repente en piloto de carreras.
Sonido… de deportivo de combustión
Bajo la nueva iluminación del cuadro todo pasa a ser deportivo, incluso el cambio de una sola marcha de los dos motores eléctricos: activando el “N e-Shift” con el cuarto botón, entra en acción la simulación de una caja de cambios de 8 marchas y doble embrague, que incluso puede manejarse manualmente con las levas tras el volante ¡y funciona como tal! Limita el par y la aceleración proporcionalmente en cada una, mientras el sintetizador acompaña con golpes de acelerador y petardeos propios de un motor de combustión.
La ilusión es total. Nos sentimos al volante de un deportivo térmico con potentes frenos que, aunque también son “by wire” y con regeneración eléctrica, tienen con un tacto perfecto. Y al tiempo puede regularse la rapidez de la dirección o la dureza de las suspensiones neumáticas en varios tarados. Todo -como en un simulador- puede ajustarse y combinarse, incluyendo el reparto de potencia entre los dos ejes (de 0 al 90%) con el sistema “N Torque”. Bien empleando éste o activando el “N Drift”, el IONIQ 5 N se convierte en un propulsión trasera hiperpotente capaz de realizar largas cruzadas “quemando rueda”.
Hyundai
Todo esto es posible porque el sistema de refrigeración de la batería es el más sofisticado nunca diseñado en Hyundai y permite mantenerla regularmente entre 20 y 40 grados. El morro posee cortinillas móviles para alimentar -más o menos- de aire al radiador y hay varios programas de explotación diferentes. En condiciones normales tiene una autonomía homologada WLTP de 448 km, pero en uso intensivo en circuito dura… lo que tiene que durar! Eso sí, recarga muy rápido: apenas 18 minutos de 0 a 80% con alta tensión.
El software del nuevo Hyundai N esconde infinitas posibilidades de reglaje, que van a aportar largos días de ensayos, pruebas y diversión a sus selectos propietarios (cuesta casi 80.000 euros). Como el “N Launch Control”, que permite hacer arrancadas fulgurantes descargando los 650 CV y 770 Nm de golpe, en una experiencia que poco tiene que envidiar a las más impresionantes de un parque de atracciones…
