Ya sabemos lo que representa la N en los Hyundai: mayor capacidad para devorar curvas, diversión en circuito y sensaciones deportivas para el día a día. La idea de estas variantes deportivas se mostró por primera vez en 2015 y desde entonces se ha apoyado en la electrificación mediante los prototipos RM20e, RN22e y el modelo de competición Veloster N ETCR.
Pero ahora le toca el turno al Ioniq 5, que está ultimando su ‘subida de tono’ para convertirse en un modelo con el que realmente disfrutar en cualquier circunstancia.
Dos motores
El Ioniq 5 N se monta sobre la Plataforma Modular Global Eléctrica de Hyundai, denominada E-GMP, y cuenta con dos motores eléctricos, uno por eje, para contar con tracción total. Hasta aquí, todo entra dentro de la normalidad. Pero para que la diversión comience se ha montado un inversor de dos etapas con mayor eficiencia energética y unos motores que ahora pueden girar hasta las 21.000 rpm, lo que permite una suma total de 650 CV cuando activamos la función N Grin Boost.
La cifra ya es para sentir un cosquilleo en la espalda imaginando lo que debe ser su capacidad de aceleración, cuyo registro no conocemos todavía. Pero lo que resulta quizá más importante es todo lo que ha hecho Hyundai para acompañar a este vendaval de potencia.
Para empezar, la carrocería y el chasis se han reforzado para que el coche tenga una mayor rigidez a la torsión. También se han reforzado los ejes, que además han reducido las masas no suspendidas respecto a los del modelo del que deriva.
Con la electrónica
Además, se ha desarrollado una función N Pedal que emplea la misma tecnología del i-Pedal (pedal único) y que hace que la transferencia de masas en desaceleración resulte más rápida y agresiva. Dicen en Hyundai que de esta manera se permite un paso por curva más rápido.
El caso es que esta brusquedad a la que hacen referencia podría propiciar que el coche se descolocara más fácilmente de atrás en conducción extrema. Pero para domar tanta ‘caballería’ también cuenta con distribución de par variable N Torque Distribution (que se ajusta en varios niveles), función de diferencial electrónico de deslizamiento limitado (e-LSD) para optimizar el control en las curvas y una suspensión con control electrónico.
Eso sí, lo más divertido debe ser emplear el N Drift Optimiser, que ayuda a trazar una curva derrapando y manteniendo el ángulo de derrapaje a lo largo del giro. Para ello, basta emplear la función Kick Drift, que simula la reacción que tendría un coche de gasolina poderosísimo si en plena curva pisamos y soltamos su embrague.
Por suerte este Hyundai Ioniq 5 N no es solo una muestra provocativa de lo que puede dar de sí el eléctrico coreano, sino que llegará al mercado. Se calcula que para marzo de 2024 podamos estar ya conduciéndolo.
