Hyundai sabe perfectamente que debe adaptarse a los gustos de diferentes mercados, por ello es que tras algunos años de dar indicios de presentar una pick-up, lo hicieron con una solución compacta y que se enfocaba más en el estilo de vida antes que en el trabajo como la mayoría de este tipo de camionetas. La Hyundai Santa Cruz es ese peculiar producto que también nos gustaría ver en México.
Fue hace casi tres años que la marca coreana dio a conocer al modelo de producción que en Estados Unidos ha encontrado a muchos clientes que buscaban el diseño y parte de las soluciones de una pick-up, pero en un formato más refinado y pequeño para vivir en las ciudades o realizar actividades recreativas.
Los costados son considerablemente más limpios, y la parte trasera, también algo más sencilla, pero con elementos suficientes para hacerse notar entre ese segmento de vehículos en el que el diseño tal vez no es la prioridad. Acorde a la versión puede llevar rines de hasta 20”, faros y calaveras LED, entre otras cosas.
Por dentro el diseño toma mucho prestado de Tucson y al ser un vehículo que busca primero el confort y aventura antes que el trabajo pesado, pues mantiene una selección de materiales más refinados que lo que normalmente veríamos en una pick-up.
Una pantalla central de 10.25”, cuadro de instrumentos digital de 10.25” compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, aire acondicionado automático de doble zona, sistema de audio Bose, asientos calefactados, cargador inalámbrico para celular, entre muchas otras cosas, terminan por vestir el interior de esta pick-up.
El segundo bloque para los modelos más completos es un cuatro cilindros turbo de 2.5 litros que puede llegar a los 277 hp y 311 lb-pie de par, asociado a una caja automática de doble embrague también de ocho cambios. En pocas palabras son mecánicas que se comparten con Kia Sorento y Hyundai Santa Fe en distintos mercados.
En la versión más potente, Santa Cruz puede remolcar hasta 2,267 kg por lo que llevar un trailer con motos de montaña o hasta embarcaciones pequeñas no es problema alguno.
Cualquiera de las versiones de esta pick-up lleva un sistema de tracción AWD que le permite aventurarse a caminos con agarre limitado, tal vez no tan accidentados como los que recorrería un Jeep, pero definitivamente gracias a su altura libre al suelo y los programas de reparto de tracción, puede llegar un poco más lejos que una crossover tradicional con tracción AWD.
Esta camioneta se fabrica en Estados Unidos y sería un rival ideal para la Ford Maverick que al menos en México está disfrutando sin molestia alguna de todo el mercado que existe de personas que buscan una solución de este estilo.