La última novedad de peso en la gama Vitara de la marca japonesa es esta versión Strong, que apuesta ya por un sistema híbrido ‘completo’, más sofisticado que los conocidos ‘mild hybrid’ empleados hasta ahora, aunque ambas tecnologías presumen de la etiqueta medioambiental ECO de la DGT. Te contamos a continuación la prueba que hemos realizado al Suzuki Vitara Strong.
Sistema híbrido del Suzuki Vitara Strong
Nuestro protagonista combina un bloque de gasolina de 1.5 litros y 102 CV (138 Nm) con otro eléctrico que aporta otros 33 CV (60 Nm). Este último se alimenta con la energía que le proporciona una modesta batería de iones de litio de 0,84 kWh de capacidad. La potencia total del sistema es de 116 CV.
Aporte eléctrico modesto
En cualquier caso el aporte eléctrico es modesto porque modesta es la batería, que se recarga por efecto de la frenada regenerativa (también al pisar el freno en su primer tramo, otra diferencia respecto al ‘mild hybrid’).
Si en ciudad y sus alrededores el Vitara Strong convence por su delicadeza y refinamiento, en carretera enamora menos. Si activamos el modo manual del cambio no salta de marcha (nos gusta), pero el rendimiento en general es modesto. Son 116 CV para mover 1.390 kilos de peso. No es una relación escandalosa precisamente, pero la entrega de potencia y par máximo es tranquila, sin sobresaltos.