- Llantas de aluminio secundario
- Plástico y moquetas recicladas
- 460 litros de maletero
- 5,6 segundos
- Tacto ágil
El Countryman que comienza en estas fechas a venderse pasará a la historia de Mini por ser el primer SUV de la marca 100% eléctrico. No es, sin embargo, el primero electrificado, porque la variante que se vende desde 2017 ya se puede conectar a la red, pero en calidad de híbrido enchufable. Y a ello se añade que es el pionero de este fabricante que se presenta con tracción total eléctrica, si hablamos de la versión SE ALL4.
Mini.
El nuevo Countryman eléctrico tiene las mismas medidas que el resto de las nuevas versiones Countryman. Es decir, que ha crecido 13 cm en longitud, 2,1 cm en anchura y 6 cm para alcanzar un largo de 4.433 mm, un ancho de 1.843 mm y un alto de 1.656 mm.
Llantas de aluminio secundario
Ya dijimos cuando hablamos de la versión JCW que el aspecto es ahora más monolítico, con superficies más planas que su antecesor y tiradores de puerta enrasados para mejorar la aerodinámica. Lo mismo se puede decir de esta versión eléctrica de alta potencia (también hay un Countryman E más sencillo con 191 CV), aunque la marca dice haber extremado el cuidado medioambiental a la hora de fabricarlo. Así, y por lo que respecta al exterior, en Mini dicen haber minimizando los elementos decorativos en el exterior y fabricar las llantas de incluso 20 pulgadas hasta con un 70% de aluminio secundario. Como resultado de ello, el nuevo SUV ha logrado un coeficiente aerodinámico de solo 0,26.
Mini.
En cuanto al interior, también en este eléctrico cobra protagonismo la amplia pantalla central, única con este formato (tiene 240 mm de diámetro) y tecnología del sector. Gracias al sistema operativo Mini Operating System 9, desde esta pantalla controlamos todas las funciones de tecnología y confort, lo que también podemos hacer por voz. Y entre ellas contamos con las Mini Driving Sounds, que permiten cambiar el sonido que percibimos en el interior del coche.
Plástico y moquetas recicladas
Aquí la ecología gana presencia por unos salpicadero, volante, techo, moqueta del suelo y alfombrillas, que incorporan poliéster reciclado obtenido de botellas de plástico y restos de moquetas (dicen en Mini que en la fabricación de ello reducen las emisiones de CO2 hasta en un 85% en toda la cadena de valor).
Más allá de ello, el nuevo Countryman ha ganado en amplitud hasta el punto de que ahora, más incluso que antes, puede ser el primer coche de la familia. Para tres adultos hay muy buen espacio en las plazas traseras tanto por anchura (ha ganado casi 3 cm delante y 2,5 detrás a la altura de los hombros), como por altura y por espacio para las rodillas, esto último favorecido por la posibilidad de adelantar o retrasar la banqueta.
460 litros de maletero
En cuanto a maletero, la capacidad no es desbordante pero sí proporcionada al espacio para pasajeros, con 460 litros que crecen hasta 1.450 si nadie viaja detrás y queremos abatir los asientos.
Mini.
5,6 segundos
El paso de 0 a 100 se recorta hasta los 5,6 segundos (5,4 en el JCW), y la velocidad se ha limitado a 180 km/h para salvaguardar la carga de la batería de 66,45 kWh, que dan para una autonomía oficial en ciclo WLTP de 433 kilómetros.
Mini.
Esta batería admite cargas de hasta 130 kW en corriente continua, lo que significa que se podría recargar del 10% al 80% en algo menos de 30 minutos. Y aunque hay baterías más grandes en coches de este segmento, una de mayor tamaño tendría dos consecuencias no muy deseables: la primera, un incremento de precio, que de por sí ya no es para todos los bolsillos si tenemos en cuenta que este coche sale por 55.800 euros antes de ayudas. Y la segunda, un incremento en consecuencia del peso que iría contra el carácter de todo Mini.
Tacto ágil
La nueva versión del Mini, como todo eléctrico de talante familiar, es un coche pesado. Pero hay factores que tapan esta percepción y te hacen sentirlo como un modelo muy ágil incluso sin tener en cuenta que se trata de un SUV; hablamos de la dirección, con un grado de firmeza adecuado y mucha sensación de precisión; de unas suspensiones que evitan molestos vaivenes sin resultar a cambio molestas en asfalto roto; de la facilidad que tiene para no perder la tracción y, por supuesto, de la inmediatez con la que recupera vayamos a la velocidad a la que vayamos.
Mini.
En cuanto a tecnología, hay dos detalles bastante atractivos. Uno es un sistema Plug&Charge que reconoce los puntos de recarga públicos e inicia el proceso sin que tengamos que autorizarlo. Y otro, dentro del nivel 2 de conducción autónoma, es un sistema Driving Assistant Professional que reconoce los huecos si queremos cambiar de carril y realiza por sí solo la maniobra, siempre que vayamos a velocidades de hasta 60 km/h.
