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Mini ha iniciado una nueva etapa en la que el Mini Cooper es ahora el que lleva la voz cantante de la familia. Eso no ha evitado que falten las habituales dosis de deportividad y prestaciones con un Mini Cooper SE que de momento es la versión más deportiva disponible en esta nueva generación, aunque ahora puede lucir como un auténtico John Cooper Works con el nuevo acabado que llega a la gama del modelo de tres puertas.
Identidad JWC en el modelo más equilibrado
Lo hace por supuesto con un kit de carrocería más deportivo en el que destaca una parrilla delantera octogonal en la que no falta el logo JCW presidiendo el frontal y la habitual combinación de faldondes y paragolpes más deportivos combinando los colores negro, rojo Chili Red para detalles como las nuevas franjas del capó, carcasas de los retrovisores o el techo y un color blanco, que luce con el logo de John Cooper Works presente en la aleta del generoso spoiler trasero, lo más espectacular junto a las nuevas llantas de 18 pulgadas Lap Spoke con acabado bitono y pinzas de freno en color rojo.
El interior también presenta un aspecto único con asientos que combinan cuero sintético, costuras rojas y un curioso tejido de punto multicolor en la zona más alta, mientras que en la zona de la puerta y el salpicadero también encontramos un tejido 2D con un gráfico estilo bandera de cuadros en color rojo en la zona del copiloto. Un estilo más racing que también se aplica a la inconfundible pantalla OLED central que ahora lleva gráficos específicos para esta versión e incluso algunas funciones adicionales como el modo y sonido GO-Kart, para aumentar las sensaciones al volante.
Sin cambios bajo la carrocería
La mala noticia es que a pesar de este depliegue de identidad JCW, esta versión no altera las prestaciones respecto al Mini Cooper SE estándar. Eso significa que seguimos contando con un motor eléctrico de 218 CV y 330 Nm de par máximo que permiten hacer un 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y que se acompaña de una batería de alto voltaje con 54,2 kWh de capacidad que da como resultado una autonomía de hasta 402 kilómetros. Cifras que no son las de un JWC pero que garantizan un buen equilibrio entre prestaciones y uso polivalente, especialmente con una carga rápida de 95 kW que permite completar una carga del 10 al 80 % en poco menos de 30 minutos, o bien en casa con algo más de calma con una carga a un máximo de 11 kW.
Antonio Ramos Ochoa
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
