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Contacto en Buenos Aires: Mini Cooper S Cabrio

BMW y Mini recorren Argentina con test drives de sus modelos. Nos llevamos las llaves del más simpático. Opina Carlos Cristófalo.

contacto en buenos aires: mini cooper s cabrio

Confieso que soy malísimo para generar misterio. La semana pasada conté que BMW Group Argentina me ofreció manejar por Buenos Aires uno de los 16 autos que conforman la flota de la BMW Experience y todos acertaron a la hora de advinar mi elección: Mini Cooper S Cabrio LCi (ver primera nota).

La BMW Experience es un programa de test drives que visitará, de acá a fin de año, los principales concesionarios de BMW y Mini en el país. Los usuarios de estas marcas y los clientes potenciales tendrán la posibilidad de probar las últimas novedades que llegaron a la Argentina (cómo anotarse).

Algunas de esas novedades ya las habíamos probado, como el 330e Sedán (leer crítica) y el 430i Coupé (leer crítica). Así que decidí robarme las llaves del integrante de la flota que me resultó más simpático: el Mini Cabrio, obvio.

No es una gran novedad, porque este restyling (LCI, Life Cycle Impulse) se vende en Argentina desde marzo de 2019. Sin embargo, la verdad es que hasta ahora no lo había manejado y me pareció la opción más apropiada para el plan propuesto por la BMW Experience: manejar por calles, avenidas y autopistas, pero siempre dentro de los límites de la ciudad de Buenos Aires.

El Mini Cooper S Cabrio LCi tiene un precio de lista de 86.900 dólares (cotización “Frank Sinatra”). La experiencia de manejo se reproduce a continuación.

POR FUERA

Me encanta. Con techo cerrado o descapotado. Incluso tiene una práctica función de “medio techo abierto”, para dejar entrar aire sin insolarte. Siempre fui un gran fan de los convertibles y creo que todo fierrero debería manejar uno alguna vez (leer mis principios).

Esta tercera generación del Mini fabricado por BMW Group ya está en retirada. Nació en 2013, recibió el restyling en 2019 y en breve dejará paso a la cuarta generación, que ya tuvo su presentación mundial en el Salón de Munich. Los nuevos Mini Hatchback y Countryman ahora son 100% eléctricos y ya comenzaron a fabricarse en China (ver fotos).

Por eso, si el Mini Cabrio siempre tuvo aura de clásico, esta versión descapotable y con motor de combustión interna incluso puede sacar chapa de “futuro auto de colección”. Es cierto que hubo generaciones del Mini más armónicas y fieles al diseño original de Sir Alec Issigonis, pero después de ver las fotos de la nueva cuarta generación, este Cabrio LCi me parece hermoso.

Las llantas de aleación de 17 pulgadas (con neumáticos Hankook 205/45R17) y el genial color British Racing Green le quedan fantásticos. Como siempre, en Mini es posible configurar el auto a tu gusto, cambiando el diseño de las llantas, el color de los retrovisores y -en el caso del Cabrio- la tonalidad de la capota y de todo el revestimiento interior.

Es un descapotable del Segmento B (chico) y cuesta la friolera de 86.900 dólares. ¿Contra qué rivales compite en Argentina? Es difícil encontrar un competidor: ya casi no quedan cabrios en nuestro mercado. Si hoy buscás otro 0km sin techo tenés que irte a un concesionario Porsche, que tiene el 718 Boxster a partir de 208 mil dólares.

POR DENTRO

El techo está compuesto por cuatro capas de fibra sintética y se puede abrir por completo en 18 segundos. El sistema de apertura funciona incluso con el auto en movimiento y circulando hasta una velocidad máxima de 30 km/h. No hay que destrabar ganchos ni colocar cobertores. Sólo hay que apretar el botón sobre el marco del parabrisas y la operación es automática. Es decir: la única justificación para viajar con el techo cerrado es la lluvia. Sólo recordá nuestros consejos para manejar sin techo en los días de mucho frío o calor (leer acá).

Desde el lanzamiento del restyling LCi, ahora todos los Mini vienen de serie con tablero de instrumentos digital (cinco pulgadas), que se complementa con el tradicional centro multimedia con forma de pizzera (perdón por la metáfora): es el marco para una pantalla táctil de ocho pulgadas, con Apple CarPlay, Android Auto y un excelente equipo de audio de 360 watts, con 12 parlantes firmados por Harman Kardon.

Como en todo Mini, el espacio en el habitáculo es ídem: está homologado para sólo cuatro pasajeros. Los dos ocupantes delanteros van a viajar muy cómodos: la posición de manejo es excelente, la butaca sujeta muy bien el cuerpo, el volante tiene el tamaño perfecto y a los más altos sólo nos va a incomodar que el anclaje superior del cinturón de seguridad haya quedado muy por debajo de la altura del hombro.

Donde es realmente “Mini” es en las plazas traseras. Parecen diseñadas para niños muy pequeños o Pitufos. Son asientos sólo para emergencia y lo más probable es que, en viajes largos, reclines los respaldos para ganar espacio en el baúl, que también es chiquito: tiene 215 litros de capacidad con el techo colocado y apenas 160 litros cuando lo descapotás.

Ni siquiera tiene rueda de auxilio. Los neumáticos son del tipo RunFlat: permiten circular con la rueda “en llanta” por 50 kilómetros y hasta una velocidad máxima de 50 km/h. No es buena idea viajar sin auxilio, porque las RunFlat no sirven en caso de rotura de neumático (sólo ayudan en caso de pinchadura leve).

SEGURIDAD

La incomodidad que mencioné del cinturón de seguridad es porque, al ser descapotable, no tiene Pilar B para anclarlo (parante central). Tampoco tiene airbags de cortina. Viene de serie con sólo cuatro bolsas de aire (dos frontales delanteras y dos laterales), aunque las de costado tienen un diseño que alcanza a proteger un poco la cabeza.

Más allá de esa “limitación de diseño”, viene a la Argentina con el paquete completo de asistencias a la conducción (ADAS): alerta de riesgo de colisión, frenado autónomo de emergencia, alerta de cambio de carril y control de crucero adaptativo.

No hay información sobre pruebas de choque de organismos independientes. LatinNCAP nunca lo probó y hace diez años que EuroNCAP no evalúa a un Mini Cooper, en ninguna de sus versiones.

MOTOR y TRANSMISIÓN

Acá no hay diferencias con el Cooper S Hatchback que probamos en mayo de 2019 (leer crítica). El Cabrio se ofrece en la Argentina sólo con el motor 2.0 turbonaftero, con 192 cv a 5.000 rpm y 280 Nm entre 1.350 y 4.600 rpm. Es un motor fantástico, que en este caso se combina sólo con caja automática de siete velocidades (con doble embrague). La tracción es delantera.

Como ya se contó más arriba, en Argentina los cabrios son cada vez más una rareza. Pero en mercados como Gran Bretaña y la Unión Europea, son mucho más comunes. La muestra de ello es que -en esa región- es posible comprar un Mini Cabrio con motor chico (1.5 turbo de 136 cv), mediano (como este 2.0), deportivo (2.0 JWS de 230 cv) o incluso eléctrico (Cabrio SE de 184 cv).

COMPORTAMIENTO

Esta imagen me la tomó el fotógrafo de BMW Group Argentina, cuando salía del Museo de Bellas Artes, donde se organizó la BMW Experience. Puse el motor en marcha, abrí el techo y salí manejando por la Avenida Figueroa Alcorta. Esa mañana había llegado hasta Buenos Aires con mi Toyota GR Yaris (leer crítica) y me acordé del ex piloto Víctor Rosso, que tiene un Toyota igual y siempre se quejó por la dureza de la suspensión. Por eso, cuando recorrí los primeros 100 metros con el Cooper S Cabrio, pensé: “¡Y eso que no manejaste este Mini, Vichín!”

Los Cooper siempre se caracterizaron por tener un andar muy firme y esta no es la excepción. Ojo: a mí me encanta que sea así. Es parte de la esencia del auto, con su legendaria sensación de estar manejando un karting. Es muy parecido al andar de un Abarth 595 Turismo. Son autos divertidísimos de manejar, pero comprendo que no les guste a todos. Ni siquiera a ciertos ex pilotos de competición.

Más allá de eso, el Cooper S Cabrio es una delicia para moverse por el tránsito porteño: es recontra maniobrable y se mueve con la agilidad de una moto. A eso hay que agregarle la comodidad de la caja automática, para los momentos de tránsito pesado. Es una caja de doble embrague con cambios en el volante. Tiene reacciones tan rápidas como suaves.

El Mini fue creciendo en tamaño y peso con el correr de las diferentes generaciones. Ya no es tan nervioso como hace unos años, pero ganó muchos puntos en comodidad, facilidad de uso y robustez. Algunos todavía lo van a sentir “duro”, pero yo creo que esta versión Cabrio logra el mejor equilibrio dentro de esta generación.

їY quГ© onda eso de manejar con el techo abierto? Las turbulencias no son una molestia: a 130 km/h en autopista podГ©s viajar descapotado y sin despeinarte. SГіlo tenГ©s que tomar la precauciГіn de subir las ventanillas, para evitar remolinos en la cabina. Cuando circulГЎs por calles y avenidas incluso podГ©s ir con las ventanillas abajo: el viento nunca molesta.

La única incomodidad que sentí en el tránsito de Buenos Aires no es culpa del auto: si quedás cerca de un camión o un colectivo viejo, cuando te agarre un embotellamiento te van a dar ganas de subir el techo. Los gases de escape de vehículos antiguos se sienten de lleno en la cara, pero bueno: es lo que se fuma todos los días cualquier ciclista o motociclista.

No fue posible medir prestaciones. Mini declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 7.1 segundos y una velocidad máxima (sin techo) de 230 km/h. El consumo medio homologado es de 6.2 litros cada 100 kilómetros (cuando probamos el Cooper S Hatchback con el mismo motor nos dio 6.8 en uso real, leer crítica).

CONCLUSIÓN

Es un Mini de 86.900 dólares y es el descapotable más “barato” de Argentina. Esa simple frase define por completo la irracionalidad de este auto, en el contexto actual de nuestro desquiciado mercado automotor. El Cooper S Cabrio es un capricho accesible en cualquier parte del mundo y por eso se le perdonan sus “simpáticas incomodidades”. En nuestro país, en cambio, hoy es un exclusivo objeto de lujo: los miles de dólares que paga este capricho en impuestos no cabrían en su diminuto baúl.

Pero bueno, supongamos que algún día el mercado argentino pudiera llegar a normalizarse. Imaginemos que alguna vez los valores de los autos se parecieran un poco más a los precios internacionales. Recién ahí, tener este juguete en nuestro garage sería una buena manera de celebrar ese cambio.

C.C.

“A mí también me gustaban los autos sin techo”, dijo el Quíntuple de bronce.

Agradecimiento: Paseo Fangio (Bosques de Palermo). Mirá todas las fotos en la galería de imágenes, acá abajo.

Galería: Contacto: Mini Cooper S Cabrio LCi

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