Un coche eléctrico tiene dos baterías. Una es la denominada «de tracción» que es la encargada de alimentar el motor eléctrico. La otra es una vieja conocida de todos los que han tenido un coche. Una batería «de arranque» que funciona a 12V y que se encarga precisamente de arrancar o alimentar los equipos auxiliares. Esta última se ha convertido en un quebradero de cabeza para los clientes de Hyundai, que ahora están empezando a recibir compensaciones en algunos mercados por los muchos problemas que este elemento ha provocado.
Una familia, propietaria de un Hyundai IONIQ adquirido a mediados de 2020 por unos 27.600 euros al cambio, ha visto como desde mayo de 2021 hasta abril de 2023 la batería de arranque ha fallado en hasta nueve ocasiones.
En total, el coche pasó 63 días en el taller por este problema. Tiempo en el que los técnicos de Hyundai, de dos talleres diferentes, no lograban encontrar el origen de la descarga de la batería. Un problema que se ha encontrado en otras unidades de la marca coreana, así como en los de su hermana KIA.
A principios de esta primavera, Hyundai confirmó que varios modelos Hyundai y Kia, necesitan ser reparados y actualizados en un taller por este problema, sin especificar las causas.
Según la Agencia de Seguridad vial estadounidense (NHTSA) hay problemas con la llamada ICCU (unidad de carga de control integrado) que pueden provocar que la batería de 12 voltios se descargue y se agote. Entonces los coches no se podrán abrir ni arrancar, pero que también puede provocar errores en el coche durante la conducción.
Denuncia e indemnización
En el caso de los clientes noruegos, estos han presentado una denuncia en los juzgados noruegos, donde les han dado la razón, condenando al concesionario de Hyundai a pagar una indemnización a los clientes de 40.000 coronas noruegas, que al cambio son 3.383 euros, y además, Hyundai deberá pagar los costes del juicio.
