Disponer de una póliza de seguro que cubra el vehículo es obligatorio para circular en España, y las multas por conducir sin seguro pueden superar los 3.000 euros en algunos casos.
A la hora de elegir, el precio de la póliza es importante, pero no puede ser el factor decisivo al tomar la decisión. Lo barato puede, al final, salir más caro de lo esperado, sobre todo en lo que a coches se refiere.
Cuando se busca un seguro para el coche, hay que tener en cuenta la diferente oferta de pólizas que hay en el mercado. A cada una de ellas van asociadas unas coberturas distintas y, según los servicios incluidos, tendrán un precio más elevado.
- Seguro a terceros. Es la póliza básica, la obligatoria por ley. Incluye la responsabilidad civil, es decir, la cobertura de los daños provocados a otros vehículos y conductores.
- Seguro a terceros ampliado. Incluye lo anterior y añade otras coberturas, como asistencia en carretera o seguro al conductor.
- Seguro a todo riesgo. Es la póliza más completa, con la que la protección del coche asegurado recae sobre la compañía aseguradora.
- A todo riesgo con franquicia. Es igual que la anterior, pero más barata. En caso de siniestro, cubre los daños salvo una cuantía, fijada en el contrato.
Elegir una aseguradora barata pero fiable
Dependiendo de la edad del coche, del tipo de uso que se le dé y de la edad del conductor, la prima del seguro puede variar incluso dentro de la misma categoría de póliza. Estos factores son los que utiliza la aseguradora para ofrecer un precio más barato o más caro, y no se puede influir mucho sobre ellos. Un historial libre de siniestros, en todo caso, sirve para abaratar la tarifa.
Pero, por otro lado, hay aseguradoras que ofrecen precios más convenientes que otras. Esto se debe, por ejemplo, al tipo de servicio que prestan. Las compañías de seguros que operan solo por internet o por teléfono suelen ser más baratas, ya que consiguen reducir costes. No tienen oficinas físicas, lo que les permite ofrecer precios más competitivos.
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Por último, la Organización de Consumidores y Usuarios aconseja no dejarse llevar por la fama de grandes aseguradoras. En lo que sí hay que fijarse según la OCU es en la solvencia de la empresa y en el grado de satisfacción de los clientes.
Para lo primero, se pueden consultar los datos de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, que se encarga de supervisar que las aseguradoras sean solventes. En cuanto a lo segundo, los análisis de la propia OCU, entre otras organizaciones, se encargan de averiguar la calidad real del servicio de las aseguradoras de coches.