Encuentran un Land Rover Serie I con motor Barreiros en España
La unidad que ha encontrado Alfredo Yugo y que muestra en su canal de YouTube es muy especial, porque se trata de un Serie I. Todos conocemos el Land Rover Santana, uno de los 4×4 más icónicos que hemos visto (y todavía se ven) en las carreteras españolas. El Santana se empezó a fabricar en 1958 en Linares, de la mano de Metalúrgica de Santa Ana S.A., una empresa que se fundó tres años antes al amparo del Plan Jaén para industrializar Andalucía.
Encuentran un Land Rover Serie I con motor Barreiros
Metalúrgica de Santa Ana decidió diversificar la producción y en 1956 negoció con Land Rover la construcción de sus modelos bajo licencia, como ya ocurría en Bélgica con Minerva, en Alemania con Tempo y en Irán con Morattab. Finalmente, en 1958, la compañía española inició la producción de los famosos Land Rover Santana con piezas enviadas desde la fábrica de Solihull en Inglaterra
Richard Hammond encuentra el primer Land Rover de la historia abandonado en un granero
Pero hay un matiz importante: los modelos de Santana ya pertenecían a la Serie II y este de aquí es un Serie II, como se puede ver en detalles como el chasis más corto, con una distancia entre ejes de 86 pulgadas (2,18 metros) en lugar de 88 pulgadas (2,23 metros) o el menor tamaño de las ventanillas. Tiene matrícula española de 1956, pero el coche es aún más antiguo, ya que vino de África.
Varias modificaciones
Este Land Rover Serie I no está en un estado original, ya que ha sufrido varias modificaciones a lo largo de su vida. La más evidente es su motor. No monta el bloque original de Land Rover, sino otro fabricado por Barreiros, toda una institución en el automovilismo español. Este cambio era habitual en las primeras unidades del Land Rover, porque ofrecía un consumo mucho más bajo sin mermar el rendimiento.
Everrati electrifica el clásico Land Rover Serie IIA
El todoterreno inglés tiene otras modificaciones, en este caso, de tipo estético, como los faros colocados en las aletas en lugar de estar más centrados, algo que ya tenía el Santana y que obedecía a un requisito de las primeras ITV españolas, que no permitían la disposición de los faros delanteros tan juntos. Otros detalles que dan pistas de su antigüedad son la pegatina del parabrisas o una correa en el interior de Talbot-Peugeot. Ahora, este Land Rover Serie I con motor Barreiros se prepara para una profunda restauración que, seguramente, lo convierta en un objeto de colección muy deseado.
