Jaguar Land Rover echa el freno en su estrategia de electrificación.
El mercado de los vehículos eléctricos puros vive ahora un momento de enfriamiento de la demanda… y de las expectativas de las marcas. Lo sucedido en los últimos meses ha hecho saltar las alarmas en las fábricas y oficinas de muchos fabricantes, hasta el punto de estar planteándose sus estrategias en el corto plazo.
El grupo británico ha asegurado con naturalidad que no habrá ningún problema en retrasar el desarrollo de sus próximos coches eléctricos si así lo creen necesario, mientras que se trabaja duramente para que haya más híbridos enchufables disponibles.
Uno de los primeros adelantos del inminente Range Rover eléctrico.
La cronología parece estar clara en Jaguar Land Rover: el primero en llegar será el Range Rover eléctrico, del que ya se ha abierto la lista de espera aún sin saber detalles ni precios; por el momento, ya hay más de 16.000 personas apuntadas en dicha lista. El SUV Premium eléctrico debería llegar antes de que termine este año, pero Mardell abre la posibilidad a que llegue más tarde si los ingenieros así lo precisan para que el vehículo sea «perfecto».
Tanto este Range Rover eléctrico como el segundo en llegar, el Range Rover Sport, se asentarán sobre la plataforma MLA de los SUV grandes de la compañía, compartida con las versiones de combustión. Posteriormente, al menos un año después, será el turno de dos Land Rover más pequeños, también eléctricos, ya sobre la nueva plataforma EMA: probablemente sean los futuros Evoque y Velar eléctricos.
Aunque también se espera la llegada de un Defender eléctrico, quizás más bien entrada la segunda mitad de la década, antes se producirá el esperado relanzamiento de Jaguar. La firma del felino traerá dos nuevos eléctricos: el nuevo GT de cuatro puertas será el primero, asentado sobre la plataforma JEA específica para la marca y con un precio que se espere que supere las 100.000 libras (117.000 euros).
Como decíamos, Jaguar Land Rover espera impulsar mientras tanto la tecnología híbrida enchufable. Land Rover cuenta con versiones PHEV en toda su gama, mientras que Jaguar lo hace en sus SUV F-PACE y E-PACE. En 2023, esta tecnología ha crecido como la espuma en el grupo: un 68% más, vendiéndose 45.224 unidades.
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«La aceptación del PHEV ha sido toda una sorpresa. Mientras tanto, estamos trabajando arduamente para que más PHEV estén disponibles en el mercado», remata Mardell. No obstante, Jaguar Land Rover no toca sus previsiones de futuro: que el 60% de sus ventas sean de coches eléctricos para el 2030 y del 100% para el 2036.
Fuente | Automotive News Europe