- El primer eléctrico de la Familia Real
- Le hizo menos de 5.000 km
- Sin decir quién era su propietario
- Hasta 82.000 euros
Todo lo que afecta a la Casa Real despierta en Reino Unido una gran devoción en buena parte de sus habitantes. Incluidos los coches que han conducido los miembros de la casa de Windsor, porque también en la pasión que sienten por el automóvil nos superan.
Historic Auctioneers.
Si juntamos ambas ‘debilidades’, no nos extraña que cada vez que un coche propiedad de la Casa Real británica sale a la venta haya ‘codazos’ entre los coleccionistas por hacerse con tan apreciada pieza. Porque eso es lo que ya está pasando con el Jaguar I-Pace que Carlos III pagó de su propio bolsillo cuando todavía era príncipe, allá por abril de 2018, y que será subastado este sábado 2 de marzo.
El primer eléctrico de la Familia Real
Historic Auctioneers.
Antes de entregarlo en el nuevo color, la división de vehículos especiales de Jaguar Land Rover le puso las luces azules adicionales de emergencia, algo que es común a todos los coches de la Casa Real, e instaló un cargador rápido en la residencia del actual monarca.
Le hizo menos de 5.000 km
Historic Auctioneers.
Para el recuerdo quedan las imágenes del entonces príncipe siendo conducido en su interior, aunque también fueron fotografiados en este Jaguar la Reina Isabel II y otros miembros de la realeza, como Megan Markle. Y sobre todo queda para el recuerdo el comentario que Carlos de Inglaterra hizo el 15 de septiembre de 2018 cuando llegaba al Royal Albert Hall, de Londres, y alguien le dijo que el coche era muy silencioso: “Silencioso…, pero mortal”, contestó haciendo gala de su sentido del humor.
Sin decir quién era su propietario
Historic Auctioneers.
Lo compró una mujer, que vio que el coche que debía ser gris según las especificaciones anunciadas tenía en realidad un extraño color azul. Fue entonces cuando le explicaron su historial, que la terminó de convencer para comprarlo.
Hasta 82.000 euros
Ahora el coche tiene poco más de 56.000 kilómetros y la propietaria confía en sacar más de lo que costó. De hecho, un modelo similar, del mismo año y con parecidos kilómetros puede costar hoy día unos 30.000 euros, mientras que por el Jaguar de Carlos III los expertos han calculado que se podrían llegar a pagar hasta 82.000 euros.
Como siempre, todo dependerá de la pasión que sientan los pujadores por el coche y lo que representa.
