El CEO Adrian Mardell anuncia un nuevo plan para los próximos años, con más híbridos enchufables de los previstos.
El mercado del coche eléctrico está creciendo en toda Europa, pero a un ritmo más lento de lo previsto inicialmente por los fabricantes, sobre todo en países como España. Esta situación está teniendo importantes consecuencias en las estrategias de los fabricantes que, tras anuncios (quizá demasiado) optimistas, les toca revisar sus planes.
Demanda demasiado débil
Mardell atribuyó este cambio de planes a un “debilitamiento de la demanda de coches eléctricos”, al tiempo que habló de “una acogida positiva por parte de los clientes de los híbridos enchufables”.
Por ello, las dos marcas han sometido a una revisión sus estrategias anunciadas inicialmente en 2021. En concreto, hasta 2026 sólo se introducirán cuatro coches eléctricos de la marca Land Rover en lugar de seis, mientras que las dos novedades ‘a batería’ de Jaguar siguen adelante.
Land Rover tiene previsto presentar su primer SUV eléctrico a finales de año, seguido poco después por la variante de cero emisiones del Range Rover Sport, ambos basados en la plataforma MLA. Las otras dos novedades, más compactas, se construirán sobre una novedosa arquitectura denominada EMA. También se espera el lanzamiento de una versión ‘a batería’ del Defender para 2030.
Los nuevos horizontes de Jaguar
Jaguar F-Type ZP Edition
Según declaró Mardell a AutoExpress a principios de 2023, la marca del felino también contará con tres SUV sin motores de combustión. El primero de ellos tendría un precio de partida de unos 100.000 euros y versiones con propulsión trasera y tracción total.
El modelo intermedio sería un vehículo exclusivamente con dos ejes motrices y un precio base de 145.000 euros, mientras que el tope de gama estaría representado por una variante deportiva SVR de 230.000 euros con especificaciones exclusivas para China y Estados Unidos.