Range Rover
La firma británica está evaluando la respuesta de la batería y las unidades de propulsión (motor, transmisión, electrónica…). Gracias a su naturaleza eléctrica, el último miembro de la familia Range Rover será capaz de mejorar sus prestaciones en superficies de baja adherencia, garantizando la capacidad todoterreno inherente a la saga.
El nuevo sistema de control de tracción, que ha tenido que enfrentarse a los lagos helados de Suecia, será una de las grandes novedades del nuevo modelo: en lugar de basarse en la unidad ABS, el futuro Range Rover eléctrico distribuirá la gestión del deslizamiento de las ruedas a cada unidad de control de tracción eléctrica, reduciendo con ello el tiempo de reacción de unos 100 milisegundos a 1 milisegundo.
El nuevo Range Rover será rival del Mercedes-Benz Clase G eléctrico
El Range Rover eléctrico se está probando a temperaturas extremas de entre -40ºC y 50ºC
El principal rival del nuevo Range Rover será el inminente Mercedes-Benz Clase G eléctrico. La mayor diferencia entre ambos será que el alemán hará uso de un clásico chasis de largueros y travesaños; además, su sistema de propulsión estará formado por cuatro motores, una solución que seguramente no veamos en el inglés, que a cambio debería resultar más sofisticado a la hora de circular por carretera.