La firma lanza un paquete estético que destaca por los tonos oscuros, llantas de 23 pulgadas y un precio de 11.235 libras.
El nuevo Range Rover Sport impresiona desde todos sus ángulos y por todos sus atributos, también el económico. Hacerse con un modelo como este implica pagar, de primeras, 104.050 euros para la versión de “acceso”. Son 4,95 metros de pura exclusividad que llega hasta los 635 CV de la variante más deportiva, el SV. Su aura de poderío es la mejor baza ante los ojos humanos, de modo que lanzar un paquete opcional con un plus de carácter oscuro, llamado Stealth Pack, es sinónimo de éxito.
Nosotros hemos conducido un P550e de 551 CV, dado que la motorización actualizada de 635 CV todavía no había llegado a España. Ya entonces me sentí bastante observada al volante, así que puedo imaginar cómo será hacerlo con un modelo Range Rover Sport Stealth Pack, diseñado hasta el último detalle para conceder sobriedad y aplomo a partes iguales.
Stealth Pack
Range Rover Sport Stealth Pack.
Será fácilmente identificable por su pintura metalizada en color Carpathian Grey cubierto con un film protector imprimido durante la producción. Este detalle no solo mantiene la carrocería impoluta ante arañazos o daños superficiales, también le aporta un acabado satinado.
Range Rover Sport Stealth Pack.
En cuanto al interior, la pantalla central de 11,4 pulgadas mantiene la temática oscura en sus gráficos. Además, el sistema Meridian Surround Sound System está terminado con piel Windsor en colores Ebony o Light Cloud. Ambos en contraste con revestimiento en Natural Black.