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Presidente de Jaguar y Land Rover: "Queremos producir vehículos eléctricos en Brasil en 3 años" - Portal Movilidad: Noticias sobre vehículos eléctricos

Presidente de JLR (Jaguar Land Rover) para América Latina y el Caribe habla sobre la intención de la empresa de fabricar en el país y cuestiona sobre el impuesto a la importación de autos a baterías.

João Henrique de Oliveira, presidente de JLR para América Latina y el Caribe, trabaja diariamente en turnos dobles.

Si, por un lado, delinea las estrategias de las marcas Jaguar y Land Rover, por otro, también está al frente de la Asociación Brasileña de Empresas Importadoras y Fabricantes de Vehículos Automotores (Abeifa) para velar por los intereses de fabricantes de automóviles que comercializan autos premium en el País.

Desde que dejó Volvo, hace un año y dos meses, Oliveira se ha dedicado a que los modelos Jaguar y Land Rover ganen más espacio en Brasil, y tiene planes ambiciosos para la electrificación de ambos.

En entrevista con Mobilidade, el ejecutivo abordó el polémico aumento de los impuestos a la importación de autos eléctricos y los planes de JLR de fabricar en Brasil en tres años.

En opinión del presidente de JLR y Abeifa, ¿cómo va la electromovilidad en Brasil?

Todo va bien. Cinco o seis años después de la llegada efectiva de los vehículos eléctricos, nos damos cuenta de que no presentamos un escenario tan diferente al del resto del mundo. Eso sí, por ahora esta tecnología sigue enfocada a los modelos premium, pero más adelante se expandirá a otras categorías.

¿Qué se necesita para que esta expansión se produzca más rápidamente?

La nacionalización tendrá el poder de popularizar los automóviles electrificados, porque podrá atender nuevas ofertas. El éxito de la transición energética es una combinación de oferta de productos e infraestructura.

¿El aumento de los impuestos a la importación de vehículos electrificados inhibirá este tipo de vehículos en Brasil?

Abogo por mantener las tarifas actuales en el corto plazo, es decir dos años, para que las automotrices importadoras puedan tener previsibilidad en sus negocios. Entiendo que el impuesto puede ser más alto para estimular la industria nacional, pero debemos dar tiempo a todos para prepararse.

El mercado de los coches eléctricos es todavía pequeño y los incentivos deberían extenderse un poco más. Lo que es válido para uno debería serlo para todos.

También debería favorecerse a una empresa que planee realizar una inversión industrial en el país. El hecho de que una marca haya instalado una fábrica aquí hace 30 años no significa que deba tener un estatus privilegiado frente a otras.

¿Considera justo que los modelos importados estén gravados al 35% mientras que los vehículos eléctricos estén exentos?

Esta cifra del 35% es relativa. Después de todo, alrededor del 75% de los automóviles importados provienen de México o países del Mercosur y se benefician del impuesto del 0%.

Sólo los vehículos procedentes de Europa y Asia pagan el 35%. Creo que el aumento debería ser gradual hasta llegar al 20% en cuatro años. Lo que se estudia, sin embargo, es aumentarlo al 9%, 18%, 27% y 35% al ​​cabo de cuatro años.

Hoy, las importaciones de electrificados pagan entre el 0% y el 7%, dependiendo de la eficiencia energética y el peso del modelo. Concretamente, están exentos los modelos 100% eléctricos; los híbridos enchufables pagan entre el 0% y el 4%; y los híbridos suaves, el 7%.

¿Esta decisión tendrá impactos negativos en el mercado nacional?

El gobierno tiene razón cuando dice que no tiene por qué haber una única tecnología, porque es posible que coexistan motores flex, eléctricos e híbridos sin que uno interfiera con el otro.

La transición es un cambio cultural y nadie puede detenerla. ¿Cuál es nuestra relevancia para el mundo con un mercado de poco más de 2 millones de vehículos vendidos al año? ¿Queremos que nos acrediten ser un mercado así, de 2 millones?

Recientemente hablé sobre esto con el vicepresidente Geraldo Alckmin, y estuvo de acuerdo en que Brasil debería ser conocido como un exportador de tecnología.

¿Qué ha estado haciendo Jaguar Land Rover para entrar en el nuevo contexto de la electrificación?

Estamos trabajando para que la próxima generación de modelos fabricados en la fábrica de Itatiaia (RJ) sean electrificados. Para ello estamos negociando inversiones con la central, que ve con buenos ojos el proyecto. Itatiaia destaca por su alta tecnología y es una de las instalaciones de JLR más modernas del mundo.

Fábrica de Jaguar Land Rover (JLR) en Itatiaia

En un escenario optimista, ¿cuándo comenzará Itatiaia a producir coches eléctricos?

Dentro de tres años los primeros modelos serán de la familia Land Rover. Hasta entonces, nos esforzaremos por seguir evolucionando en Brasil. En 2023 ya hemos crecido un 60% respecto al año pasado.

Es difícil para una empresa invertir individualmente en electrificación. Por ello, recurre a las asociaciones. ¿JLR comparte esta filosofía?

Las alianzas son una tendencia para las marcas que promueven, sobre todo, la ampliación de la infraestructura de carga. Todos ven el parque electrificado brasileño como un negocio y la acción conjunta es una forma eficaz de alcanzar ese objetivo.

Un ejemplo de colaboración tuvo lugar el 10 de octubre, cuando inauguramos, en el concesionario Land Rio, en Barra da Tijuca, al oeste de Río de Janeiro, la primera estación de carga para vehículos eléctricos que utilizan baterías en su segunda vida.

La energía es captada por paneles fotovoltaicos y almacenada en un banco de baterías de iones de litio, que eran de un Jaguar I-Pace. En el proyecto participan las empresas Energy Source, WEG y EZ Volt.

Usted venía de Volvo, donde llevó a cabo una serie de acciones encaminadas a la electrificación. ¿Se puede reutilizar esta experiencia en JLR?

Por supuesto que sí. Se adquieren conocimientos que se adaptarán a la realidad de JLR. Desde que llegué aquí he estado trabajando con esta agenda: cómo promover una adopción más rápida de la electrificación.

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