Monta frenos delanteros de Corvette, mientras que los traseros proceden de un BMW Serie 5.
El Jaguar E-Type está considerado como uno de los coches más bellos jamás fabricados, a la altura del Mercedes-Benz 300 SL Gullwing y el Lamborghini Miura, por citar sólo algunos de los más destacados.
La mayor empresa petrolera y proveedora de aceites de motor y líquidos de transmisión de Japón destaca este ‘cacharro’ basado en un XKE 2+2 de 1969. Los puristas se rasgarán las vestiduras al saber que el coche está equipado con un motor 2JZ-GTE adaptado de un Toyota Supra y equipado con un turbocompresor Borg Warner EFR 8474.
Los frenos delanteros proceden de un Chevrolet Corvette (C5) de 2003, mientras que los traseros son de un BMW Serie 5 Sedán (535i, E60) de 2010. El equipo de frenos funciona con llantas de dos piezas Rotiform de 17 pulgadas y neumáticos Bridgestone Potenza 225/45 R17, delante, y 255/40 R17, detrás. También se tomaron de la berlina bávara el conjunto del subchasis trasero y el diferencial.
Para hacer sitio a esos enormes neumáticos, se diseñaron unos abultados pasos de rueda y se imprimieron en 3D antes de añadir fibra de carbono para reforzar los paneles de la carrocería.
Según apunta desde el preparador, esta salvaje conversión ha convertido el Jaguar E-Type en un “bólido para la calle y el circuito”. Todos aquellos afortunados que hayan podido asistir al SEMA Show, lo habrán visto en vivo y en directo.