El astro escocés lo condujo 'flat out' en Monte Carlo hasta que, fiel a su estilo, terminó estrellándolo.
Silverstone Auctions
Vista con perspectiva, la temporada 1997 del Mundial de Rallys fue todo un punto de inflexión para la especialidad. No en vano fue el primer año del reglamento FIA WRC, el cual trajo consigo un concepto de vehículo diferente a todo lo que se había visto hasta entonces.
El tercero de los Impreza WRC construidos, con matrícula ‘P2 WRC’, tomó la salida en el Rally de Monte Carlo con Colin McRae a sus mandos. El coche se mostró meteóricamente rápido desde los primeros metros pero de poco le valió al genio escocés, ya que en uno de los tramos sufrió un accidente que le obligó a abandonar.
Tras un arduo proceso de reconstrucción que implicó, incluso, el cambio a un nuevo chasis (pasando del 3 al 21), Prodrive puso el Impreza WRC a la venta y, tras muchos años y varios dueños, saldrá a subasta el próximo 25 de febrero en el evento que organiza Silverstone Auctions en el Reino Unido.
Exitoso en otras manos
Silverstone Auctions
Pasado ese periodo entre Hungría y Austria (incluyendo varios años de militancia en la escuadra privada OMV), regresó a tierras británicas y se convirtió en la montura de varios pilotos regionales como Mark Slater, Steven Fleck y Noel Redmond, su actual dueño desde 2004. Este último es quien, ahora, ha decidido sacarlo a subasta tras más de 15 años disfrutando de su conducción junto a su hijo, también piloto.
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Luciendo orgulloso su primigenia (y legendaria) decoración, se espera que el Impreza WRC ‘P2 WRC’ sea una de las estrellas de la subasta. Silverstone Auctions estima que su precio definitivo podría situarse entre las 340.000 y 380.000 libras esterlinas, una horquilla de 385.548 a 430.907 euros aplicando el actual cambio.