Es habitual que los fabricantes cambien empleen nomenclaturas diferentes para sus modelos en función del mercado e, incluso, de la época. A la mente se me vienen rápidamente los casos del Hyundai iX35 y Hyundai Tucson (prueba), del Nissan Rogue Sport y Nissan Qashqai (prueba) e incluso del Toyota Auris (prueba) y Toyota Corolla (prueba).
Un selecto club al que ahora pasa a pertenecer el Subaru XV (prueba) el cual pasa a denominarse desde ahora Crosstrek. Denominación que no es desconocida para la práctica totalidad de los mercados en los que ya se vendía, a excepción del continente europeo, que ha sido el único que ha empleado hasta ahora el apelativo XV.
Pero para evitar líos y, sobre todo, para unificar ventas, desde ahora en el Viejo Continente, y por ende en España, el XV deja de existir para denominarse Crosstrek. Un cambio de nombre que no implica un cambio de identidad ya que el Crosstrek mantiene la esencia con la que nació, tal y como hemos comprobado en esta prueba que aquí te relatamos.
Pinceladas estéticas
Ahora bien, no te dejes liar ante tanto cambio de nombre porque en realidad este Crosstrek es una evolución del anterior XV, o si lo prefieres una actualización de mitad de vida comercial del modelo. Dicho esto y como buena renovación de medio ciclo los principales cambios se centran en el diseño exterior, ofreciendo una estética más agresiva que es visible principalmente en el frontal.
Esto lo consigue gracias, en parte a los nuevos paragolpes, con la luz antiniebla incorporada recubiertas por los plásticos típicos de los SUV. La calandra también cambia su tramado mientras que los faros se han estilizado y ahora están conectados por la moldura cromada que recorre precisamente la parrilla. En la zaga, el principal cambio se centra en los grupos ópticos, que ahora ofrecen un diseño en forma de C, mientras que paragolpes también son más robustos.
La guinda la ponen por un lado los nuevos juegos de llantas de aleación o los tres tonos de carrocería completamente inéditos (dos de ellos incluso en Subaru), sumando un total de 10. Por cierto, las dimensiones no cambian absolutamente nada y seguimos hablando de un coche de 4,49 metros de largo por 1,80 de ancho y 1,59 de alto, que se incrusta directamente en el núcleo del segmento C.
Un interior de estilo Outback
Y es que si recuerdas, el anterior XV dividía la información en un pequeño display superior de unas 5” junto a otro central de 8”. Pues bien, para seguir la tónica del resto de modelos como el Subaru Outback (prueba) o el Subaru Forester (prueba), ahora el Crosstrek unifica ambas pantallas en una sola de 11,6 pulgadas dispuesta verticalmente.
De esta forma tenemos de un vistazo toda la información y, además, en una pantalla más intuitiva y rápida que la anterior en la que incluso se mantienen algunos comandos físicos situados a los lados correspondientes a la climatización. Por cierto, la conectividad con los dispositivos móviles está asegurada aunque eso sí, mediante cable.
En lo que respecta a la habitabilidad, Subaru asegura haber mejorado los asientos delanteros para hacerlos más confortables mientras que en la zona trasera, el espacio sigue siendo apto para adultos de 1,80 metros, aunque dos viajarán mejor que tres. El maletero, por su parte, ofrece 315 litros de capacidad, lo que le sitúa por debajo de la media del segmento.
El rey del campo
Una vez repasados los puntos estéticos más destacados toca entrar en la dinámica de conducción que es, curiosamente, la que más cambia del modelo. Lo hace sobre todo en la puesta a punto del chasis que le han permitido aumentar la rigidez en un 10% y que se traduce en una dirección más precisa y comunicativa. También se ha mejorado el aislamiento en un 50% para convertirlo en un coche más rutero.
Donde no hay cambio alguno es en su tacto fuera del campo para el cual puedes seguir activando el programa X-Mode (ahora situado en la parte superior del monitor central) que a través de los modos Normal, Snow/Dirty y Deep Snow/Mud modifica la respuesta del motor, de la caja de cambios, de los frenos y del sistema de tracción total.
Y es que la seguridad sigue siendo una de las prioridades de Subaru, no solo por el hecho de mantener el compromiso de conseguir cero accidentes de tráfico y cero víctimas mortales a partir de 2030 para los conductores que conduzcan uno de sus coches, sino por la mejora que ha sufrido el afamado elenco de asistentes a la conducción EyeSight.
Ahora presenta la denominada evolución 3.0 en la que el elemento más destacado es la incorporación de una tercera cámara que permite incorporar cuatro nuevas funciones para un total de 14: control de frenada de emergencia en intersecciones, función de permanencia de carril incluso sin línea, control de dirección en caso de emergencia
Volviendo a la dinámica, si bien el Crosstrek parece haber mejorado en el aspecto on road gracias a ese aumento del aislamiento y a una reducción del 15% del balanceo de la cabeza en condiciones normales o hasta de un 44% en carreteras bacheadas gracias, simplemente, a haber anclado los asientos al chasis, donde realmente despunta es en circulación off road.
Porque además del comentado X-Mode, cuenta con una altura libre al suelo de 22 cm, imbatible para el resto de rivales y superior al de algunos hermanos; cota que acompaña de unos ángulos de ataque, salida y ventral excepcionales para la fisonomía del coche: 19,3, 20,8 y 31,2º.
A todo ello se suma el afamado sistema de tracción total AWD Symetrical de Subaru que le mantiene pegado al suelo en todo momento permitiéndole hacer auténticas diabluras del estilo de descensos controlados por una pendiente de 45º, cruces de puentes, vadeos y todo lo que se te ocurra sin el menor signo de debilidad.
Pero más allá de los datos, lo importante en este coche es que luce con orgullo la etiquta ECO de la DGT ya que es más eficaz que un microhíbrido (tiene de hecho más batería) sin ser tan complicado como un híbrido autorrecargable. No obstante, el Crosstrek puede moverse en determinadas circunstancias en modo 100% eléctrico, logrando así rebajar el consumo de combustible.
Un aspecto que se torna clave porque quizá sea el gran talón de Aquiles de este motor junto con la combinación del cambio Lineartronic de tipo CVT. Segundo porque la descompensación entre sonoridad y empuje sigue siendo demasiado elevada y primero porque pese a homologar un gasto medio de 7,7 l/100 km, en conducción real no vas a bajar de 8,5 litros si viajas tranquilo o de 10 litros si ya aumentas el ritmo.
En definitiva
Independientemente del nombre con el que quieran llamarle, la realidad es que tanto el XV como el Crosstrek ya eran los modelos más vendidos de Subaru en todo el mundo. Ahora con la unificación del nombre lo único que van a conseguir es seguir sumando a las 2,2 millones de unidades vendidas de ambos hasta el momento, 127.000 de las cuales pertenecen a Europa.
Porque como te hemos explicado este Crosstrek no deja de ser un XV muy mejorado que ha pulido algunas debilidades estéticas y de conectividad pero que se ha dejado por el camino otras como el motor. Ahora bien, donde no hay duda alguna es en su efectividad fuera de la carretera pues muchos siguen sin entender el potencial oculto de este vehículo.
Para finalizar, Subaru ha conseguido además ajustar al máximo su tarifa para seguir manteniendo al Crosstrek como la punta de lanza de su estrategia, la misma que pasará por cierto por la llegada hasta siete nuevos SUV 100% eléctricos de aquí a 2028 (que se sumarán al actual Subaru Solterra (prueba)), logrando así que la cuota comercial de motores de combustión y cero emisiones sea equitativa para 2030.
Dicho esto, el Crosstrek es incluso más barato que el XV anterior porque parte de los 32.000 euros del inexistente nivel Active en su predecesor. Pero es que si nos vamos al Field que sí estaba en la gama, es incluso 50 euros más barato, 34.000 euros, ofreciendo más equipamiento y, sobre todo, más seguridad. Idéntica estrategia para el Crosstrek Touring que arranca en los 37.000 euros incluyendo, como en el resto de tarifas, la campaña promocional ofertada por Subaru.
| Ficha técnica del Subaru Crosstrek 2.0ie Field | ||
| Motor | Cilindrada | 1.995 cc |
| Cilindros | Bóxer, 4 cilindros | |
| Potencia máxima | Motor de combustión: 136 CV a 5.600 rpm |
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| Par máximo | Motor de combustión: 182 Nm a 4.000 rpm |
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| Alimentación | Tipo | Inyección directa |
| Transmisión | Caja de Cambios | Automático, varidor continuo |
| Tracción | Total | |
| Suspensión | Delantera | Tipo McPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
| Trasera | Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
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| Frenos | Delanteros | Discos ventilados |
| Traseros | Discos ventilados | |
| Dimensiones | Longitud | 4.495 mm |
| Anchura | 1.800 mm | |
| Altura | 1.600 mm | |
| Distancia entre ejes | 2.670 mm | |
| Maletero | Volumen | 315 litros |
| Peso | Peso | 1.670 kg |
| Prestaciones | Velocidad máxima | 198 km/h |
| Aceleración 0-100 Km/h | 11,0 seg | |
| Consumo | Combinado | 7,7 l/100 km |
| Velocidad baja | 8,0 l/100 km | |
| Velocidad media | 7,4 l/100 km | |
| Velocidad alta | 6,7 l/100 km | |
| Velocidad muy alta | 8,6 l/100 km | |
| Emisiones | Emisiones de CO2 | 174 g/km Euro 6 Etiqueta ECO |
| Precio | Precio oficial | 34.000 euros |
