Un incremento “alarmante” de la mortalidad en las carreteras ha llevado al Ministerio del Interior y a la Dirección General de Tráfico (DGT) a tomar medidas de choque. Entre ellas destacan la instalación de 95 nuevos radares de velocidad y la realización de 400.000 controles adicionales de alcoholemia, ha anunciado este viernes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
La siniestralidad vial en España pasa por un periodo de estancamiento en las cifras. Así, el número de muertes en las vías interurbanas (con datos a 24 horas) se ha estabilizado en la última década, entre los 1.134 fallecidos de 2014 y los 1.145 de 2023, con algún repunte en los años 2017 y 2018.
Más controles de alcoholemia
“Es imperativo romper esta tendencia al alza de la mortalidad vial”, ha sentenciado Marlaska en la presentación del paquete de medidas con las que Tráfico pretende reducir tanto el número de siniestros como su letalidad.
Conductores sin cinturón de seguridad
Una de las preocupaciones de la DGT es que ha detectado una mayor letalidad de los siniestros: se ha producido un mayor incremento en las cifras de personas fallecidas que en la de heridas hospitalizadas. Y también ha crecido el consumo de alcohol antes de ponerse al volante y la conducción a velocidades excesivas.
No sólo eso: un 34% de las personas fallecidas en carretera entre enero y marzo no llevaba puesto el cinturón de seguridad. “¿Parece mentira, verdad? Pues es así”, ha remarcado Marlaska.
Por otra parte, en ese periodo aumentó un 23% el número de fallecidos en coche o moto (en este último caso, sobre todo en autopistas y autovías), y también resulta significativo el repunte de las muertes en autopista y autovía, un 50% más que en 2023. El crecimiento en las vías convencionales fue del 5%.