A la hora de comprar un coche eléctrico, además de su diseño, características técnicas, equipamiento y precio, también habrá que empezar a analizar los costes de mantenimiento y reparaciones. Y es que la última noticia ha hecho saltar todas las alarmas por las desorbitadas cifras que pide Rivian al propietario de uno de sus modelos por un pequeño golpe.
Un impacto menor que no afecta a la estructura, y que tiene un componente más estético que funcional ya que el coche puede funcionar perfectamente.
Las piezas a sustituir tienen un precio de 4.580,95 dólares, que suponemos que corresponde a la carcasa del foco.
En total, más de la mitad de la factura de reparación se destinó a costes laborales. Nada menos que 12.492 dólares.
La buena noticia, para el propietario del coche, es que el responsable del impacto ha sido el que ha pagado esta astronómica factura. No sin antes luchar durante dos meses para lograr unas cifras más razonables.
Esto está empezando a tener su efecto en unas primas de los seguros que no para de incrementar su coste en Estados Unidos, y que sin duda tendrá que ser tomado con mayor seriedad por unas marcas que están aprovechando la oportunidad para «desplumar» a las aseguradoras, con unas tarifas de reparación fuera de todo sentido.