Adrian Newey, el exitoso ingeniero británico de Red Bull, ha sido el gran protagonista del Gran Premio de Miami de Fórmula 1 disputado este fin de semana. Su futuro es la gran incógnita del mercado después de que hace apenas unos días su actual equipo confirmase su partida antes de que comience la temporada 2025.
Newey se ha convertido en la figura más deseada por los equipos, por encima de cualquiera de los pilotos que aún no tienen resuelto su futuro. No es de extrañar si tenemos en cuenta que de su pizarra han nacido monoplazas que han sumado 25 títulos mundiales de Fórmula 1 (entre campeonatos de pilotos y constructores).
Un deportivo de calle: su nueva motivación
A sus 65 años (40 de ellos en F1), Newey lleva tiempo buscando nuevas motivaciones. Por ello ya hace una década se enroló en proyectos diferentes, como el del diseño del barco Oracle de la Copa del América o, en los tiempos de la alianza entre Red Bull y Aston Martin, con el desarrollo del Aston Martin Valkyrie.
Un superdeportivo de calle es el sueño del cerebro británico desde hace tiempo y, de hecho, cuando la empresa austriaca rompió con Aston Martin (y el hypercar pasó a ser ‘explotado’ por el fabricante de automoviles), en Red Bull se pusieron de nuevo manos a la obra… y encargaron a Newey el que será el primer coche de calle de la compañía.
Ahora, cuando Newey ha decidido abandonar el barco con el que ha navegado las últimas dos décadas de su carrera en Fórmula 1, el RB17 será su último legado. De hecho, el genio de la aerodinámica pronto quedará, lógicamente, relegado del equipo de carreras y podrá centrar sus últimos meses en Red Bull en completar el desarrollo de un coche que promete mucho.
Se presentará en Goodwood…¡de este año!
Porque Newey ya no estará involucrado en el nuevo monoplaza de 2026 (el de la nueva normativa de motores) y Red Bull no querrá que tenga acceso a sus detalles si el ingeniero finalmente acaba en otro equipo para entonces (Ferrari, Aston y Williams son los mejor colocados, aunque el propio Newey ha marcado su retiro como opción más plausible). Y, a la vez, desea que su creador termine su obra.
Red Bull
Antes de lo previsto, ya que los plazos que el propio Newey puso en sus primeras palabras sobre el coche hablaban de 2025 como primera puesta en escena. Quizá el giro en el futuro del ingeniero se haya cocido desde hace más tiempo y ya en los últimos meses se hayan acelerado los plazos…
