Si algo funciona, no lo cambies demasiado. Esa ha sido la premisa que han seguido en Suzuki para crear la nueva generación del Swift, un utilitario que guarda grandes similitudes con el modelo al que va a reemplazar y que se siente como una evolución lógica.
Su diseño resulta perfectamente reconocible, aunque integra rasgos renovados. La parrilla es parecida, pero abandona el formato hexagonal para tener una forma octogonal. También son similares los grupos ópticos, pero ahora están mejor definidos y estrenan una firma lumínica específica. Además, se sitúan justo por debajo de la marca línea del capó, reforzando la sensación de que tiene una altura más baja.
En cuanto a dimensiones el Suzuki es prácticamente idéntico a la generación previa, con una longitud de 3,86 metros, una anchura de 1,69 metros, una altura de 1,50 metros y una distancia entre ejes de 2,45 metros.
Por el momento no se han desvelado muchos datos de su gama mecánica, que además variará en función de los mercados. Para Japón, donde se ha presentado, estará disponible con un motor gasolina 1.2 tricilíndrico tanto sin electrificar como con tecnología microhíbrida, esta última ya presente en el Suzuki Swift actual, pero no se ha concretado su potencia.
Lo que sí se ha confirmado es que en ambos casos se combinará con una caja de cambios automática tipo CVT y que se podrá optar entre un sistema de tracción delantera y uno de tracción integral.