Volvo lanzó sus primeros híbridos enchufables en Argentina. Y ya los manejamos en la Patagonia.
Desde Villa La Angostura (Neuquén) – Volvo eligió la Patagonia argentina como escenario para el lanzamiento regional de sus nuevos vehículos híbridos enchufables. Durante dos semanas, el Hotel Correntoso -dedicado exclusivamente para el evento- se transformó en un desfile de periodistas de Latinoamérica, dueños de concesionarios, clientes e influencers.
Hasta allí viajamos y pudimos tener contacto con las nuevas XC60 Polestar y XC90 T8 Recharged Plug-In Hybrid, que se comercializarán a principio de 2023 en Argentina. Pero no llegarán solas. El C40 Recharge está en proceso de homologación (leer crítica) y significará la gran novedad de Volvo junto con la XC40 100% eléctrica. Ambos serán presentados en el próximo verano.
Volvo acaba de lanzar a la venta en nuestro país las XC40, XC60 y XC90 Plug-In Hybrid (ver nota), que representan nada menos que el puntapié inicial de la marca hacia el camino de la electrificación total en Argentina. La diferencia respecto de estas XC60 y XC90 que tuvimos la oportunidad de conocer en la Patagonia es el cambio que tuvieron en sus baterías: la autonomía se duplicó (logrando 80 kilómetros en modo 100% eléctrico). La XC40 T5 Plug-In Hybrid no recibirá esta actualización.
Estas nuevas XC60 y XC90 T8 Recharged Plug-In Hybrid con tracción integral están equipadas con un motor 2.0 turbonaftero (317 cv), combinado con otro eléctrico (145 cv), para entregar un rendimiento total de 462 caballos de potencia y 709 Nm de torque. Un dato de color: inspeccioné el motor y cuando abrí el capot confirmé que se trataba del más largo del mundo.
El principal cambio es que las nuevas baterías cuentan con tres capas de celdas, dando como resultado una mayor capacidad de almacenamiento (un 62% otorgando 18.8 kWh), pero ocupando el mismo espacio físico, logrando mayor autonomía y potencia (145 CV y los 309 Nm de torque). Esto significa que ganaron autonomía: 81 kilómetros en el XC60 (+80%) y unos 78 km en el XC90 (+75%). Las actuales XC40, XC60 y XC90 que se venden en nuestro país tienen una autonomía en modo 100% eléctrico declarada de 45 kilómetros.
Con un marco impresionante y clima diverso, sol, lluvia y nieve, manejé durante 70 kilómetros una XC90 desde el Hotel Correntoso hasta Lago Hermoso Ski Resort y al regreso una XC60 Polestar. La primera impresión, a continuación.
XC90 T8 Recharge Plug-In Hybrid
La posición de manejo es excelente: la butaca se regula eléctricamente y además es extensible (al igual que la del acompañante) y con tres memorias. Esta unidad vino con la combinación interior de asientos con tapizado de cuero blanco, la plancha de instrumentos en negro y detalles símil madera, que le dan un toque de distinción. Pulgar arriba. Le queda realmente bien.
Celebro por otro lado la poca cantidad de botones físicos disponibles: el de balizas, dos para el desempañador y el de la apertura de la guantera, además de los de la radio. Y también la pantalla táctil vertical, que ofrece la información justa y necesaria y es de fácil uso y lectura, inclusive la del desempeño “en vivo” del rendimiento del vehículo y el funcionamiento de ambos motores. Muchas veces tanta información, palancas, palanquitas, pantallas y otros, marean. Y este no es el caso. Vamos al manejo.
Es realmente impresionante la facilidad y la agilidad con la que se mueve esta SUV por ser un vehículos que pesa más de dos toneladas. Obviamente que la combinación de ambos motores que tiene a disposición es la respuesta. A pesar de ser un vehículo familiar sus prestaciones son de un deportivo.
Por un tema de seguridad, todas las versiones están limitadas a una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora. En modo 100% eléctrico llega hasta 140 km/h. Y acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos. Así como acelera, frena: en ningún momento de la conducción el auto se saldrá de control. Responde con excelencia.
Hay cinco modos de manejo disponibles que se pueden seleccionar desde la pantalla. Pure (100% eléctrico), Hybrid (combina el motor eléctrico con el de combustión), AWD (tracción total), Power (responde con mayor rapidez al acelerar), y Off-Road (logra la máxima tracción posible). También se puede activar la función Charge, que regenera energía mientras el vehículo funciona con el motor a combustión.
Volvo declara que estas nuevas baterías, ubicadas debajo del piso del baúl, otorgan una autonomía 100% eléctrica de 80 kilómetros. Y eso tiene que ver con también con la recarga y la incorporación del One Pedal Drive (sólo se usa el acelerador para acelerar y frenar el auto) y las dos opciones de manejo que regeneran la batería: D (directa “tradicional”) y B (potencia la regeneración). Antes de comenzar la prueba nos sugirieron utilizar justamente la B. Y eso hice.
Inicié el camino con la computadora del auto marcando una autonomía eléctrica de 54 kilómetros y de 440 km (con medio tanque). Y la “diversión” fue utilizar completamente el modo 100% eléctrico para probar, justamente, su autonomía. Teniendo en cuenta que manejé casi la mitad del recorrido en modo B, prácticamente pude realizar el tramo completo en EV.
Estuve atento al display que me marcaba la autonomía, al rango de velocidad puramente eléctrico (se informa en azul junto con ícono de un rayo) y si la batería se estaba recargando. Realmente funciona. Al margen de los pocos tramos en los cuales pude acelerar un poco más, completé el recorrido utilizando el vehículo la mayor parte 100% EV con un consumo de 5.2 litros/100 km. Me acompañó Ricardo, mi nuevo amigo tucumano, y también una música diversa que disfrutamos gracias al excelente equipo Bowers & Wilkins que cuenta con 19 altavoces con Subwoofer, totalizando 1400 watts de potencia.
Me habían advertido también que el manejo eléctrico despierta el apetito. Y efectivamente así fue. Por suerte, disfruté un rico almuerzo con un marco inmejorable y las montañas nevadas de fondo. Tras el café, no hubo postre, fue el momento de emprender el regreso. Pero eso sí: arriba de la XC60 Polestar.
XC60 Polestar
Además de ser una marca propia dentro del grupo (que está en planes de llegar a la Argentina en el mediano plazo), el nombre Polestar todavía sigue reservado en Volvo para versiones que presentan detalles estéticos y de equipamiento deportivos. Me sorprendió gratamente ver esta opción dentro de las 20 unidades disponibles para el Test Drive, que llegaron desde Brasil. Y obviamente pregunté si tienen pensado traerlas: la respuesta fue “sí”.
Particularmente, el diseño de Volvo me encanta. Y esta versión Polestar lo potencia aún más, pero de manera sutil. Había solamente tres unidades para manejar, todas XC60. La elección de los autos fue libre, entonces pasé de largo el volcán de chocolate y fui directo a mi objetivo de la tarde.
En este caso, la XC60 Polestar que manejé tiene como diferencial los emblemas Polestar en el exterior y los calipers pintados de amarillo, que combinan con los cinturones de seguridad. A nivel estructura, viene con chasis y suspensiones deportivas, es decir más duras, que las de las demás XC60. Y está equipada con llantas de 22” (Pirelli 265/35) en vez de las de 21″ de la R-Design.
También presenta diferencias respecto de la XC90: tiene cámara 360°, Head Up Display, esta trae equipo de audio Bowers (R-Design, Harman/Kardon), cambia el sistema operativo y no está disponible la configuración del funcionamiento de la batería. Ofrece cargador inalámbrico de celular y asientos eléctricos con 2 memorias y volante calefaccionado.
Cabe aclarar que estas unidades que estaban en La Angostura llegaron provenientes de Brasil. La configuración definitiva de cada modelo y versión se confirmará al momento de su lanzamiento en Argentina, a comienzo de 2023.
La butaca es completamente envolvente. Desde el momento en que me senté pensé que era una coupé deportiva. De hecho, una de las opciones de conducción disponibles para seleccionar es sobre la dinámica: se puede setear una “sensación de volante firme” y también “movimiento lento”.
Apreté el acelerador y me olvidé completamente del modo eléctrico y la autonomía. La potencialidad es enorme y todo el tiempo “te pide” que lo aceleres. El empuje es impresionante. Dobla y frena de manera superlativa. No te dan ganas de pasear, te dan ganas de sentir la velocidad. Y creo que esto es algo excelente pero también una contra. No te va a importar la autonomía o el modo 100% EV: te va a recordar todo el tiempo que tiene 462 caballos de potencia y 709 Nm de torque.
Llegué al Hotel Correntoso. Me fijé la computadora: consumió 10,3 l/100km, el doble que a la ida con la XC90. Me quedé con ganas de manejar un rato más. Pero no me quejé: el café y los chocolates que nos recibieron en el hotel estuvieron perfectos. En definitiva, tenía crédito por haberme salteado el postre.
La organización, impecable, se ocupó de la flota y llevaron a las unidades a recargar baterías. La recarga completa tarda entre cuatro y cinco horas mediante un box (instalaron dos en la entrada del hotel), mientras que se puede realizar también con un cargador convencional OBC de 3,6 kW para conectar a la red domiciliaria (puede tardar más de 12 horas dependiendo el caso).
Conclusión
No caben dudas de que estos Volvo son grandes productos. Y son más que simples vehículos en nuestro país: son parte de la transición hacia un mercado (o un mundo) híbrido y eléctrico, el cual la marca sueca quiere ser referente a nivel local y en el que ya se involucró con la instalación de cargadores en todo el país (ver más).
Quien decida comprar alguno de estos Volvo estará eligiendo más que un auto. Estará adoptando un concepto. El de la transformación, el de querer ser distinto, pero siempre bajo la premisa de un lujo “perfil bajo”. Porque, en definitiva, es lo que transmiten estos autos: una potencia digna de un deportivo, seguridad extrema, una conducción impecable y detalles de calidad, todo bajo un diseño sueco que seduce desde otro lado.
L.S.
XC90, el vehículo de la ida. 
Un interior impecable. 
Con 7 plazas y una comodidad excelente. 
¡Quiero esa almohadita! 
Mientras no paso ni frío ni calor con ese climatizador. 
El manejo 100% eléctrico funciona. 
Pero también podés usar otros. Siempre es mejor que haya opciones. 
Así se ve el tablero con la información “eléctrica” (y el modo B). 
A la vuelta elegí el Polestar… je. 
Los detalles… 
…marcan la diferencia. 
Abajo del piso del baúl, las nuevas baterías (y el cargador). 
Cuando digo detalles, digo detalles. 
Sí, ¡amarillos también! 
No la manejé.. pero me encantó el color. La única “rojita”. 
Disfruté de la nieve y un paisaje increíble. 
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