Aunque nos han vendido la idea de que los vehículos 100% eléctricos están salvando al medio ambiente, esto no es totalmente cierto, porque si bien durante su vida útil no general emisiones de combustión, su producción y la forma en la que se genera la electricidad en la mayoría del mundo, dista mucho de ser eficiente y ecológica, así que estos modelos comienzan a ser sustentables hasta varios miles de kilómetros después de su compra.
Pero, parece que Volvo está comenzando a reducir ese impacto que genera la producción de modelos totalmente impulsados por baterías y en su más reciente Reporte de la Huella de Carbono de sus modelos, la nueva EX30 resultó con el menor impacto de todos sus modelos eléctricos, e incluso, se colocó por debajo de la XC40 con motor de combustión interna.
La firma sueca ya había anunciado en el lanzamiento de este modelo, que esperaba que fuera el eléctrico más limpio, en sus procesos de manufactura, de la gama, y esta semana se confirmó un cálculo de 23 toneladas por 200,000 kilómetros de uso, 60% menos que en XC40 (según datos de la compañía).
“El informe de huella de carbono identifica los materiales y procesos clave que contribuyen a las emisiones del automóvil. Centrado exclusivamente en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el informe cubre el ciclo de vida del automóvil, comenzando con la extracción y el refinado de materias primas y terminando con el final de su vida útil”, comentó la marca en un comunicado.
La Volvo EX30 es el vehículo de la marca que más materiales reciclados utiliza, contabilizando 25% del aluminio empleado, 1/5 del acero y 17% de los plásticos del interior, defensas y protectores exteriores, también son de material reciclado.
Todo este tipo de acciones, comienzan a cimentar una mejor relación de este tipo de tecnologías con el ambiente.
