Al final de esta temporada llegará a su fin el acuerdo firmado entre Alfa Romeo y Sauber en noviembre de 2017, una asociación deseada por el entonces presidente, Sergio Marchionne, para reforzar el espíritu deportivo de la marca italiana.
La operación resultó excelente, garantizando a Alfa Romeo una gran visibilidad sin la enorme inversión necesaria para una presencia oficial. Sin embargo, la asociación llegó a su fecha de vencimiento ante compra de Sauber por parte de Audi, con una adquisición gradual de las acciones del equipo suizo que desembocará en su absorción el año que viene.
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El pasado mes de mayo, Imparato se reunió en Montecarlo con el director del equipo Haas, Gunther Steiner, para evaluar una posible colaboración. La escudería estadounidense confirmó inmediatamente que no podía ceder el nombre del equipo, como ocurrió en el caso de la asociación con Sauber, pero que, no obstante, estaba abierta a formas de colaboración.
No se trata de una operación sin precedentes. En 2016, la unidad de potencia Renault utilizada por Red Bull fue rebautizada Tag-Heuer, y años atrás el mismo fabricante de relojes puso su nombre a las unidades de potencia Porsche utilizadas por McLaren.
Hace un tiempo Renault también decidió, por razones de estrategia de mercado, renunciar a su nombre en la Fórmula 1, dejando paso a Alpine, una casa que ahora está asociada tanto al equipo como a la unidad de potencia.
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