“El Alfa 33 Stradale nos inspira mucho; ¡ahí lo dejo!”. Estas palabras del director de Diseño de Alfa Romeo, Alejandro Mesonero-Romanos, eran toda una declaración de intenciones, y una promesa finalmente cumplida con el nuevo 33 Stradale.
- 33 Stradale, la apuesta más inesperada y valiente de Alfa Romeo
- Así era el Alfa 33 Stradale original, hoy una pieza de culto
- Del pasado al presente: así es la nueva Alfa Romeo
- Las dos versiones del nuevo Alfa 33 Stradale
El pasado mes de mayo, Alejandro Mesonero-Romanos nos acompañó en una visita al Museo de Alfa Romeo en Arese y nos avanzó que la marca nos sorprendería a finales del verano. Aún advertidos, resultaba difícil imaginar que se atreviera con una versión moderna de ese icono presentado en 1967, el Tipo 33, un coche ya legendario, unánimemente considerado como el coche de mayor éxito en competición de la época moderna de Alfa Romeo y, por otro lado, uno de los diseños más fascinantes de la historia.
33 Stradale, la apuesta más inesperada y valiente de Alfa Romeo
Por lo tanto, no hay forma de abordar el nuevo 33 Stradale sin valorarlo como una apuesta inesperada y valiente de Alfa Romeo y de su director de Diseño. Alejandro llegó en 2021 a Alfa Romeo y con este proyecto firma su primera creación. Apuntar más alto no es posible. El original 33 de finales de los años 60 concentraba la esencia de la marca, mezclando su herencia técnica en competición con el diseño más equilibrado.
Alfa Romeo 33 Stradale
Así era el Alfa 33 Stradale original, hoy una pieza de culto
En el proceso de adaptación a la carretera cambiaba la carrocería de fibra por una de aluminio, adoptaba puertas de apertura vertical y una batalla alargada diez centímetros, así como una potencia reducida a unos 230 CV. Los 33 Stradale fueron construidos artesanalmente por Carrozzeria Marazzi. Todas las unidades fueron distintas, incluso mecánicamente, cambiando su potencia en función del límite de revoluciones establecido (en teoría 8.800 rpm, con respecto a las 10.000 rpm del coche de carreras). También la carrocería tuvo variaciones, tan solo las dos primeras unidades disponían de doble faro y un chasis de magnesio, además de pequeñas diferencias que caracterizaron cada unidad.
El 33 Stradale se planteó como un deportivo excepcional que competía en belleza con el Lamborghini Miura o el Ferrari Daytona, a los que superaba tanto en prestaciones como en precio. Demasiado ambicioso, tenía los defectos inherentes a su naturaleza: se veía superado en prestigio por sus adversarios y adolecía de la incomodidad propia de un coche creado en origen para las carreras.
El mítico Alfa Romeo 33 Stradale.
Del pasado al presente: así es la nueva Alfa Romeo
Los esfuerzos de Alfa Romeo estos últimos años para reconquistar parte de la gloria perdida han removido su pasado, pero sin lograr una verdadera transformación. La incorporación de Alejandro Mesonero-Romanos auguraba una nueva estrategia que se revela ya audaz, al interpretar y actualizar el 33 Stradale, una delicada empresa supeditada a un imperativo: no defraudar al legado histórico de Alfa Romeo ni decepcionar a los aficionados. Es más, considerando la posición que ocupa hoy en día Alfa Romeo y su gama actual, crear un superdeportivo de lujo que supere el millón de euros tampoco era una decisión natural. Solo una marca con su pasado podía dar tal paso y ser creíble.
En 2023, Alfa Romeo es una marca global. Pertenece al grupo francés Stellantis, presidido por Carlos Tavares, portugués; su director de diseño, Alejandro Mesonero-Romanos, es español, y el propio director general, Jean-Philippe Imparato, francés, así lo declaraba en la presentación del 33 Stradale: “Alfa Romeo no solo es italiana, es mundial”.
Alfa Romeo 33 Stradale
El proyecto se ha llevado a cabo conjuntamente con los clientes, para que sean ellos mismos quienes definan las características de “su” Alfa 33, por lo que cada ejemplar volverá a ser único, como el original. El concepto de “bottega” está ligado a un taller artesanal dedicado a la concepción individualizada de coches al más puro estilo de los carroceros tradicionales, como es el caso de Carrozzeria Touring Superleggera. Esta empresa casi de orfebrería automovilística construirá este deportivo.
Las dos versiones del nuevo Alfa 33 Stradale
Visto al detalle, el nuevo 33 Stradale dispone de tres únicos colores de carrocería: rojo Alfa, azul Real y verde Villa d’Este; el interior tiene un terminación Tributo o Alfa Corse, consola y botonería son de inspiración aeronáutica de aluminio macizo. Las pinzas de freno peden ser de color amarillo, rojo o negro, el “scudetto”, las llantas y más detalles se pueden personalizar. En cuanto a la mecánica, Alfa Romeo propone dos versiones: una tradicional, con un motor V6 biturbo de tres litros (evolución del V6 2.9 del Giulia Stelvio) de 620 CV, y otra eléctrica con tres motores para un total de 750 CV y 450 km de autonomía… estimados.
Considerando la ambivalencia de este modelo superdeportivo, concebido como monocasco tipo bañera de fibra de carbono (como el Alfa Romeo 4C) con subchasis y estructura superior de aluminio, será interesante comparar ambas concepciones mecánicas, las diferencias de peso y el equilibrio de masas en cuanto a comportamiento y prestaciones se refiere.
Alfa Romeo 33 Stradale
Según las pruebas preliminares y el objetivo promocional de Alfa Romeo, ambas versiones —térmica y eléctrica— tendrán una velocidad punta de 333 km/h, acelerarán de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos para frenar y detenerse en 33 metros con frenos carbocerámicos. En cuanto a diseño, y con independencia de gustos u opiniones de diferente calado, el nuevo 33 Stradale es una reinterpretación válida de la obra maestra de Franco Scaglione, exquisitamente realizada. Paradójicamente, Mesonero-Romanos declaraba del modelo antiguo: “Hasta sus imperfecciones son bonitas”.
Erudito en automoción y su historia, el diseñador español describe el nuevo 33 Stradale como la piedra angular de la futura Alfa Romeo. Lo difícil vendrá ahora, al diseñar nuevos modelos de serie en los que se reflejen las promesas vertidas en este prototipo. Alfa Romeo necesita diseños inconfundibles y seductores que hereden guiños del pasado, una tarea vital para recuperar un prestigio que arranca casi desde su constitución en 1910 y tuvo épocas memorables en el período entre guerras y aun después. Sus triunfos en competición solo rivalizaron con la belleza de unas carrocerías soberbias firmadas por los más prestigiosos artesanos del momento: Touring, Bertone, Zagato, Pininfarina…
