Honda

Honda CR-V

PRUEBAS

Videoprueba Honda CR-V e:PHEV 2024: un híbrido enchufable especial

Excelente por maletero, presenta consumos razonables y un dinamismo agradable, pero no es muy potente y su precio resulta elevado.

videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial

Ahora que Honda tiene una gama SUV más completa e interesante que nunca, su ‘guerra fría’ particular con Toyota resulta especialmente encarnizada. Aprovechando que el RAV4 ya es un modelo veterano (aunque está muy bien de precio, todo hay que decirlo), su rival acérrimo ‘entra a matar’ con el Honda CR-V 2024. No te pierdas la videoprueba de la versión híbrida enchufable (hay otra híbrida convencional) con la etiqueta 0.

En el texto vamos a resumir bastante lo que puedes ver y escuchar en el clip adjunto, así que a continuación tienes los puntos más interesantes de un coche que, como siempre decimos en un PHEV, implica la compra de un punto de carga y su instalación para sacarle el máximo provecho.

El Honda CR-V e:PHEV, en cinco puntos clave:

Galería: Prueba Honda CR-V e:PHEV Advance Tech

35 Fotos videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial videoprueba honda cr-v e:phev 2024: un híbrido enchufable especial

Diseño

Sin ser un SUV transgresor, el Honda CR-V 2024 puede presumir de una imagen moderna y, hasta cierto punto, deportiva, gracias a elementos en negro brillante, llantas de aleación de 18 pulgadas, pasos de rueda en el color de la carrocería y un doble embellecedor de escape (aunque en realidad sólo hay una salida de gases).

No obstante, hay que destacar más el aumento de tamaño experimentado en esta nueva generación. Ahora llega a los 4,70 metros de longitud y se adentra claramente entre los todocaminos de tamaño medio, para dejar sitio al nuevo ZR-V dentro de los C-SUV.

El punto de carga se encuentra encima del paso de rueda delantero izquierdo y alimenta una batería de 17,7 kWh brutos. A una potencia máxima de 6,8 kW, puede estar lista en alrededor de dos horas y 30 minutos. Con el programa de conducción Charge, es posible cargarla en marcha, a costa de aumentar bastante el consumo.

La autonomía eléctrica oficial llega a 81 km. Nosotros hemos hecho dos mediciones: una sólo por autovía, en la que hemos logrado completar 45 km, y otra por secundaria y ciudad, en la que realizamos 70.

Interior

El habitáculo viene con esa combinación que tanto nos gusta de pantallas digitales y mandos convencionales. La instrumentación es configurable y, curiosamente, no se abusa de un monitor central muy grande. Se queda en 8,8 pulgadas, pero es más que suficiente para ver claramente la información. Eso sí, la visión 3D del navegador no está muy lograda. Tampoco me convencen mucho los botones para mover el coche (P, R, N y D), sobre todo a la hora de aparcar. Personalmente, prefiero un selector.

Las plazas traseras deben recibir elogios, ya que son verdaderamente espaciosas para las piernas, aunque quizá no tanto como lo esperado para la cabeza, si bien sólo afecta a personas altas. El respaldo se puede reclinar y la banqueta, desplazar longitudinalmente. Encima los asientos son calefactables de serie y las puertas se abren en un gran ángulo.

No quiero pasar por alto el maletero, ya que, curiosamente, es mejor que el del híbrido, debido a la posición de la batería en la parte baja del vehículo y a la ausencia de un sistema 4×4 (este PHEV sólo es de tracción delantera). En concreto, declara 635 litros, incluyendo los 18 litros del doble fondo, muy mal tapizado, ciertamente.

Mecánica

Hablemos del tren híbrido enchufable de 184 CV. Está formado por un motor de gasolina sin turbo con 2 litros y 148 CV, más una unidad eléctrica de 184 CV. ¿Por qué el coche declara la misma potencia que el motor eléctrico? Porque la misión de impulsar el coche recae en la mecánica ecológica, mientras que el propulsor de gasolina funciona principalmente como generador de electricidad. Es decir, es un sistema diferente al de Toyota.

De hecho, no hay una transmisión al uso, sino que se emplea una solución de ‘transmisión eléctrica’ que cumple con la misma función, que es de canalizar la fuerza mecánica al tren delantero. Entonces, ¿las levas? Permiten variar la intensidad de la frenada regenerativa, una función divertida al acercarnos a curvas pues se imita una conducción deportiva.

En cuanto a prestaciones, están lejos del RAV4 PHEV de 309 CV o del Mazda CX-60 de 327 CV. En este caso, el CR-V acelera de 0 a 100 en 9,4 segundos y llega a 195 km/h, más que suficientes para adelantar en poca distancia o ganar velocidad con presteza gracias al par máximo inmediato del motor eléctrico.

Si analizamos el consumo, cuando se ha agotado la batería, he reseteado el ordenador de a bordo y me he movido sobre los 7 litros cada 100 km en uso mixto, que no está nada mal. Eso sí, en largos viajes sólo por autovía/autopista, ese registro posiblemente suba al entorno de los 8 litros.

En marcha

Sin ser tan excitante como el Alfa Romeo Stelvio y sin tener un tren delantero tan ágil como su ‘hermano’ pequeño, el ZR-V, nuestro protagonista, como buen Honda, ofrece un dinamismo dirigido a aquellos que no se conforman con tener un SUV versátil y cómodo.

Sí, porque el CR-V es muy confortable y está bien aislado de ruidos aerodinámicos, pero también ofrece bastante soltura en curvas, una dirección menos asistida de lo habitual y un tacto del pedal del freno nada artificial. Es más, cuenta con suspensión adaptativa: se endurece algo en el programa Sport, pero no resulta agotadora, ni mucho menos.

Salvo en fuertes aceleraciones, en las que se mantiene revolucionado el motor, en general el funcionamiento es muy sedoso y, de hecho, se simulan cambios de marcha y hay un sonido falso mecánico nada estridente y verdaderamente atractivo. El pequeño depósito se queda en 47 litros, algo normal en un PHEV.

Equipamiento y precio

Esta variante e:PHEV sólo está disponible con el acabado tope de gama Advance Tech y eso significa que todo lo que ves en las fotos y también en el vídeo viene de serie, a excepción de la pintura metalizada.

Por lo tanto, incluye climatizador automático bizona, cámaras con visión 360º, faros LED, techo panorámico, navegador, Head-up Display, sensores de alumbrado y lluvia, portón trasero con función manos libres, tapicería de símil cuero, equipo de sonido BOSE, control de descenso de pendientes, base de carga inalámbrica y un enorme listado de ayudas a la conducción.

Tras esta explicación, a lo mejor entiendes que el CR-V e:PHEV cueste 61.760 euros, sin incluir el punto de carga en casa. ¿Es una política comercial acertada la de Honda? El tiempo lo dirá, pero está bien advertir de que el CR-V e:HEV, también con 184 CV, comienza en 51.545 euros, que son alrededor de 10.000 menos. Claro, viene peor equipado y ‘sólo’ lleva el distintivo Eco, pero puede que te cuadre más.

Honda CR-V e:PHEV Advance Tech 4×2

  • Motor: Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico, 1.993 cm³, 148 CV + 1 eléctrico
  • Motor: Delantero transversal de 184 CV
  • Potencia: 184 CV
  • Par máximo: 335 Nm
  • Batería: 17,7 kWh brutos
  • Autonomía eléctrica: 81 km
  • Caja de cambios: Automática, con engranajes planetarios
  • 0-100 km/h: 9,4 s
  • Velocidad máxima: 195 km/h
  • Consumo: 0.8l/100 km (batería cargada)
  • Tracción: Delantera
  • Longitud: 4,70 m
  • Anchura: 1,87 m
  • Altura: 1,67 m
  • Peso en vacío: 1.915 kg
  • Número de asientos: 5
  • Capacidad del maletero: 635 l
  • Precio base: 61.760 euros

TOP STORIES

Top List in the World