El moderno y lujoso todoterreno no se entendería sin toda la tradición e historia que hay tras él.
Aunque pueda parecer una obviedad, al hablar del Land Rover Defender, lo hacemos del todoterreno más famoso del mundo. Y basta un ejemplo sencillo para darse cuenta: si le pides a un niño que dibuje un todoterreno, ¿cómo lo hará? Pues con las formas cuadradas de un Defender como el de nuestra prueba y con la rueda de repuesto colgando sobre el portón, como debe ser.
Bromas aparte, sería difícil entender la historia de la automoción sin Land Rover y su Defender (y los Series anteriores, claro). Al menos, en términos de aventuras y viajes fuera del asfalto. Pero también, en el ámbito profesional, porque pocos coches como el Defender han representado tan bien ese papel de compañero fiel en el día a día y las labores cotidianas.
De hecho, actualmente es fácil seguir viéndolos ‘luchando’ cada día en el campo. Pero también, convertidos en auténticas obras de arte, restauradas y modernizadas a niveles difíciles de imaginar. Por eso, para entender bien lo que es el Defender del presente, debemos de comprender lo que es el Defender del pasado, el modelo clásico. Y eso es lo que buscamos transmitir en este vídeo.
Galería: Prueba Land Rover Defender 110 D250 AWD Auto MHEV SE
En su taller madrileño, Borja prepara y restaura todo tipo de modelos de Land Rover, para darles una segunda vida, más plácida y lujosa, en la que el conductor disfrute tanto del propio coche como del trayecto. Y para experimentarlo, y sentir mejor qué significa esa filosofía Defender, nuestra prueba comienza con uno de sus coches.
En esencia, hablamos de un modelo del año 2000, un 110 de cinco puertas transformado en pick-up de cabina doble, dotado de un motor de origen BMW, con seis cilindros y 230 CV.
Un modelo fruto de unos cuatro meses de trabajo y con un precio de unos 60.000 euros, que demuestra el tipo de conversión que pide una parte de los amantes del modelo británico. Un coche que siga siendo un buen 4×4, sí, pero con mayor potencia, acabados más lujosos o mayor comodidad de marcha.
Todo eso lo compruebo mientras circulo en una mañana lluviosa (no la mejor para grabar, por cierto), a una velocidad y con una estabilidad más elevada que en el modelo original. Disfruto del trayecto, hasta el punto en el que me espera el Defender 2022. Y este nuevo modelo, hay que reconocerlo, es una auténtica pasada.
Ahora bien, en términos de lujo y tecnología, está fuera del alcance del modelo precedente. Instrumentación digital, todo tipo de ayudas a la conducción, sistema multimedia de última generación, equipo de sonido Meridian de alta fidelidad…
Y es que, en esta nueva generación, el Defender está más cerca que nunca de los SUV de lujo. También, desde el punto de vista dinámico. Aunque de eso hablaremos un poco más adelante.
Como puedes comprobar en el vídeo, la versión de pruebas es un Defender 110 D250 AWD Auto MHEV SE, lo que significa que cuenta con carrocería de cinco puertas, un motor turbodiésel de seis cilindros y 3,0 litros, con 250 CV, sistema de tracción total, transmisión automática, un sistema microhíbrido (tiene etiqueta Eco de la DGT) y el acabado SE.
Desde luego, dicho motor asegura un buen rendimiento, también gracias a sus 570 Nm de par máximo entre 1.250 y 2.250 rpm, lo que hace que su respuesta a bajo régimen sea notable. Algo especialmente útil, por cierto, cuando se abandona el asfalto.
Con un consumo medio de 8,9 litros cada 100 kilómetros, en carretera, hablamos de un modelo realmente confortable, que como decíamos antes, cada vez está más cercano a lo que ofrecen los SUV de lujo que reinan en la categoría. Y eso es un mérito enorme porque, a fin de cuentas, seguimos hablando de un todoterreno.
Eso sí, un 4×4 que ya se construye sobre un chasis monocasco y que cuenta con suspensión independiente en ambos ejes (con resortes neumáticos, para más señas). Así que no nos extraña que cada vez más gente lo escoja para moverse principalmente sobre asfalto o incluso, para circular por la ciudad, donde se mueve con agilidad a pesar de sus grandes dimensiones.
Pero claro, cuando abandonas el asfalto y empiezas a disfrutar del campo, el Defender te demuestra que sigue siendo una auténtica bestia. Y no solo por su entrega de par, su distancia libre al suelo de hasta 29,1 centímetros o el hecho de que pueda llevar a cabo vadeos de hasta 90 centímetros.
También, gracias a la tracción total permanente con diferencial central bloqueable, a la reductora y al sistema Terrain Response, que gestiona el control de tracción para optimizar la motricidad. Además, opcionalmente, el diferencial trasero también se puede bloquear.
Pero bueno, tampoco quiero darte muchos más detalles de este auténtico todoterreno, que está a la venta desde 61.700 euros (83.684, para la versión probada). Así que, sin más, te dejo con esta prueba tan especial.