Esta variante ha sido creada por un especialista en transformar varios modelos de Land Rover, que para esta variante ha utilizado el tren de tracción de Tesla.
Hay varios modelos que se han convertido en un referente para muchos conductores. Alguno de ellos llegan desde marcas muy atractivas que han sido importantes en el mercado desde hace décadas. Por ejemplo, encontramos al Land Rover Defender, uno de los grandes todoterrenos que marcan la diferencia respecto a otros modelos que quieren ocupar esa gama de vehículos.
Esta compañía está especializada en restaurar modelos de Land Rover Defender y mejorar sus características. A veces cambian el motor por un bloque de otro modelo, pero siempre permiten que el vehículo tenga un interior mucho más elegante y un exterior impecable. En este caso, el cliente quiere disfrutar de un sistema de tracción sostenible y sin emisiones, así que ha optado por el tren eléctrico de Tesla.
Bajo el capó del Defender 110 se esconde un motor eléctrico de 450 CV, que le permite pasar de 0 a 100 km/h en solo cinco segundos. En cuanto a la batería, ofrece dos opciones: una batería de 75 kWh o un paquete de 100 kWh. En este caso concreto, el Defender equipa el modelo de batería más grande, que le permite una autonomía de 350 kilómetros.
El cliente lo ha querido así, pero no quiere adentrarse en terrenos complicados, sino que quiere usarlo por ciudad. De todas maneras, si alguna vez el conductor se anima, podrá enfrentarse a cualquier terreno sin dificultad. Esta variante cuenta con suspensión neumática, frenos Alcon de altas prestaciones, ejes reforzados, neumáticos de tacos BF Goodrich All Terrain y llantas de 16 pulgadas de la marca Wolf Steel, además de jaula antivuelco y un cubre cárter delantero, aunque no cumple con su función, sobre todo porque no tiene carter.
En el interior se han cambiado los asientos, que ahora son de la marca Corbeau Trailcat, con tapicería en cuero y con costura con forma de diamante en color rojo. Mantiene alguno de los mandos originales del modelo, aunque se han incorporado elementos modernos, como la pantalla multimedia. También cuenta con conectividad con smartphone, Wifi y otros elementos interesantes para mejorar la experiencia de conducción.
En cuanto al precio, no se sabe nada acerca de cuánto habrá tenido que pagar el propietario de esta transformación, pero por las características de esta versión, no se espera que baje de los 200.000 euros.
