Grassi Scuderia Milanese, empresa fundada por Diego Grassi, ha devuelto a la vida a un coche mítico: el Lancia Delta S4 ha resucitado en la forma del Grassi 044S, heredero espiritual en forma y fondo que tendrá una producción limitada a 44 unidades.
El parentesco con el Lancia original es innegable, aunque la fórmula del italiano se ha potenciado de manera considerable.
La carrocería parece estar hecha de una sola pieza, integrando en su interior, a cierta profundidad, elementos tan reconocibles como los faros dobles redondos o la parrilla delantera. El paragolpes está extendido hacia delante, los pasos de rueda sobresalen y alojan unas llantas multirradio de 19 pulgadas y los tres cuartos traseros es imposible no fijarse en las entradas de aire de la parte superior. El detalle final que resulta muy llamativo es la disposición de sus cuatro salidas de escapes, situadas en posición central.
Tiene una longitud de 4,18 metros, una anchura de 2,0 metros y una altura de 1,6 metros, con una batalla de 2,6 metros. En su estructura se han empleado gran cantidad de materiales ultraligeros, como el aluminio y la fibra de carbono, lo que ha permitido contener su peso a tan solo 1.200 kilos.
El Grassi 044S ha salido de los lápices de Giuseppe Armano, quien fuera integrante del Centro Stile de Alfa Romeo, y que ha definido su nuevo trabajo de a siguiente manera: “Una obra de arte sobre ruedas. Los contornos esculpidos, las formas sinuosas y el acabado impecable confieren al coche el equilibrio justo de estilo: un aspecto agresivo y dinámico que contribuye a dar a los nuevos 044 una presencia escénica y un alma deportiva sin precedentes”.
Pero si su diseño es uno de sus grandes puntos de interés, su apartado mecánico no se queda atrás.
Equipa un motor gasolina 3.0 tetracilíndrico de 650 CV de potencia, que siempre se combina con un sistema de tracción integral, pero que permite optar por una transmisión manual de seis velocidades o por una secuencial con el mismo número de revoluciones. Gracias a ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y de alcanzar una velocidad punta de 300 km/h.
