Piezas rotas, ventanas que no cierran y colas en el taller: las ambulancias de Cantabria no salen de la UCI
Por las cláusulas del pliego de adjudicación, Autransa tiene que introducir nuevos vehículos en seis meses (o como mucho con cuatro años de antigüedad o un máximo de 50.000 kilómetros), plazo que acaba este próximo 12 de marzo. No obstante, el comité de empresa considera que la actual situación es tan límite que, a medida que vayan llegando, han de incorporarse inmediatamente al servicio. De hecho, acaban de llegar seis y se espera esta semana un nuevo lote de otras 10.
Se cumpla o no in extremis la renovación de la flota de ambulancias de Urgencias, la plantilla considera que ha quedado de relieve que la inversión de la empresa concesionaria ha sido “prácticamente inexistente” en la recta final del contrato anterior. Hay circulando ambulancias con más de 800.000 kilómetros y en Camargo hay un taller que no da abasto para repararlas, alineándose las averiadas en el exterior. Al menos, una docena. También hay constancia de puertas, estribos y otras piezas que se desprenden, incluso ruedas desgastadas.
No obstante, las dificultades no acaban ahí, sino que se plantea el problema añadido de quién podrá conducirlas. Las nuevas unidades tienen un peso superior a los 3.500 kilos, por lo que quien las maneje tendrá que tener el carné C, pero no todos los conductores lo tienen. Desde diciembre, están en la autoescuela varios empleados adaptándose e incluso algunos hacen ya prácticas, pero otros no tendrán la acreditación a tiempo, una circunstancia que el comité de empresa no sabe cómo resolverá Autransa, a no ser que adjudique a técnicos con carné labores de conducción, cambiándoles el contrato.
Mientras, las incidencias se suceden. Hay ventanas y pasarelas retráctiles sujetas precariamente con cinta, estribos que se caen ante cualquier golpe y una obsolescencia generalizada que conducirá a la mayoría de los vehículos al desguace una vez concluya la sustitución del parque móvil. “La ambulancia de Renedo fue multada por tener las ruedas en mal estado. En una ITV quedó otra unidad retenida porque no tenía las ruedas adecuadas de invierno o por problemas del freno, no ha quedado claro. Posiblemente algunas vayan al desguace, pero un cambio de pastillas, de aceite… Es un peligro salir así. Nosotros ahora estamos expectantes”, concluye el representante de los trabajadores.
Desde la Consejería de Sanidad, dirigida entonces con el consejero socialista Raúl Pesquera (PSOE), se trasladó al Consejo de Gobierno esta posibilidad y se señaló que el servicio de transporte sanitario forma parte de la Cartera Básica del Sistema Nacional de Salud. Por ello, insistió en su postura de que la provisión de estos servicios “debería estar vinculada al sector público de Cantabria”, un proyecto que quedó enterrado tras el cambio en el Ejecutivo después de las elecciones autonómicas del 28M y la llegada del PP al poder.