Para los alfistas más puros, el Alfa Romeo 75 representa el último verdadero Alfa producido, ya que fue el último modelo de la marca milanesa antes de integrarse en el Grupo Fiat -ahora tiene un sustituto a la altura con al Alfa Romeo Giulia, de propulsión y con la posibilidad de equipar un motor V6. Aquí te dejo la prueba del Alfa Romeo Giulia GTAm, la versión más radical-. Esto ha rodeado siempre al 75 de un halo de pureza y autenticidad. La berlina se presentó en 1985, coincidiendo con el 75 aniversario de la fundación de la marca (de ahí su denominación). Un año más tarde, el Salón de Ginebra acogió la presentación de una versión muy especial, el Alfa Romeo 75 1.8i Turbo TCC concept.
El Alfa 75 llegó al mercado para sustituir al Alfetta y al Giulietta, con los que compartía numerosos componentes. Diseñado por Ermanno Cressoni, presentaba una característica forma de cuña que se estrechaba en la parte delantera con faros cuadrados y una parrilla a juego, rasgos que luego Cressoni implantó también en el Alfa 33. Técnicamente, la berlina presumía de algunas características inusuales, como el casi perfecto reparto de pesos, lo cual se logró colocando la caja de cambios en la parte trasera, conectada al diferencial trasero.
El último ‘verdadero Alfa’
En el interior destacaba la presencia de un ordenador de a bordo que realizaba diagnósticos del coche, toda una innovación en la época. Podía monitorizar los sistemas del motor y alertar a los conductores de posibles fallos. En cuanto al chasis, la suspensión delantera era una combinación de barra de torsión y amortiguador, mientras que la trasera recurría a un costoso conjunto de De Dion con amortiguadores. De esta forma, Alfa Romeo pretendía optimizar la manejabilidad del coche.
El cigüeñal del motor estaba atornillado directamente al árbol de transmisión de dos segmentos que recorría toda la parte inferior, desde el bloque motor hasta la caja de cambios, y giraba a la velocidad del motor. En el momento de su lanzamiento, la gama de motores del Alfa Romeo 75 incluía bloques de gasolina de cuatro cilindros con carburador de 1.6, 1.8 y 2.0 litros, así como un turbodiésel de 2.0 litros con intercooler y el fantástico V6 de 2.5 litros con inyección de combustible. En 1987, se añadió un V6 de 3.0 litros. El cambio era manual de cinco velocidades. Y por ello
Alfa Romeo 75 1.8i Turbo TCC concept con 300 CV
Un año después de la presentación de la berlina italiana, Alfa Romeo mostró en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1986 varios prototipos de la berlina, entre ellos, una versión Station Wagon que, finalmente, no llegó a producción, porque Fiat lo descartó. Sin embargo, aquel familiar sería el precursor del 156 Sportswagon que llegó más de una década después.
Además de este familiar, la marca del Biscione mostró un prototipo muy especial, denominado Alfa Romeo 75 1.8i Turbo TCC concept. Se trataba de un concepto que anticipada una versión de competición para el Grupo A del Alfa 75 1.8 Turbo que se presentó unos meses más tarde como coche de carreras. Este prototipo presentaba numerosos cambios estéticos, como un kit de carrocería especial, compuesto por paragolpes más prominentes, taloneras, entradas de aire en el capó, llantas de 15 pulgadas y un gran alerón trasero.
